El lunes pasado, los padres y madres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en septiembre de 2014 en Iguala se reunieron primero con el presidente Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional y posteriormente con la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo. Respecto al encuentro con el presidente, los padres y madres de los 43 estudiantes desaparecidos ya no esperan demasiado después de los desencuentros que resultaron de la reunión pasada y, especialmente, del informe que les entregó el presidente el 8 de julio.Pero salieron esperanzados del encuentro que mantuvieron con la presidenta electa Claudia Sheinbaum en el Museo de la Ciudad de México porque, como dijo Blanche Petrich en su crónica en *La Jornada*, aparentemente hubo “click” entre la próxima mandataria y los padres de los normalistas, especialmente con las madres.Para empezar, los esperó hora y media en el lugar del encuentro y, al llegar, los recibió en la puerta para saludar de mano a cada uno de ellos. Ya en la reunión, les dijo: “Quiero establecer una relación directa con todos ustedes”, y se comprometió a que “a partir del primero de octubre, ya al mando, analizaría junto con todos los familiares el mejor método para avanzar y llegar a la verdad”. Es un mensaje esperanzador para los padres y madres de los 43 después de un sexenio agridulce que han tenido con el presidente López Obrador.Pero, apenas cuatro días antes del encuentro de Sheinbaum con los padres de los 43, ocurrió un suceso inédito en el caso Ayotzinapa. El ex subsecretario de Gobernación al inicio del gobierno de la Cuarta Transformación, Alejandro Encinas, fue citado a declarar en el juicio que se sigue contra los militares implicados en el caso.Así lo contó el mismo Encinas en una columna que publicó ayer en el diario *El Universal*: “El pasado 25 de julio comparecí como testigo, por el ejercicio de mis funciones cuando fungí como Presidente de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa, ante la audiencia solicitada por los militares indiciados como presuntos responsables de actos delictivos vinculados con la desaparición de los estudiantes”.Como bien comentó Encinas, su comparecencia “sienta un precedente lamentable respecto a la participación de elementos de las fuerzas armadas en procesos que involucran a una autoridad civil, y en particular en casos vinculados a violaciones graves a los derechos humanos”. Según el ex subsecretario de Gobernación, “no hay precedente, en ningún gobierno democrático, de que un mayor de justicia militar interrogue a un civil que encabezó los trabajos de una Comisión de la Verdad”.