Un aniversario es, por supuesto, pretexto para celebrar..., pero es, también, ocasión para reflexionar...-II-Hace tres años, en el banquete por los 101 años de vida de EL INFORMADOR, el entonces gobernador de Jalisco, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, además de subrayar la contribución del medio a “consolidar a nuestro estado como parte fundamental de nuestro país”, bosquejó un balance de esa etapa en la historia de Jalisco.Destacó, sí, el liderazgo de la entidad “en innovación, exportaciones, generación de empleo, turismo”, etc. Empero, apuntó enseguida que Jalisco, “como todo el país”, pasó a ser “referente en graves problemas de inseguridad”. Habló de “escenas de terror”, imputables a “indolencia e irresponsabilidad de funcionarios, en donde todos los que estamos al frente somos corresponsables”.Sandoval Díaz habló aquella tarde de un tema “que debe llamarnos a pensar en la tranquilidad de nuestros hijos y de nuestras futuras generaciones, que es el de la seguridad”. Denunció que “el diseño federal sigue orientado a invertir en armas, en policías y una estrategia errónea”.Lejos estaba -como los demás asistentes al convivio- de imaginar que, poco más de dos años después, el medio con cuyos directivos y trabajadores departía cordialmente, consignaría en sus páginas la lamentable noticia de su asesinato, y que ahora mismo deba consignar que las autoridades, al cabo de diez meses, han sido incapaces de esclarecer un suceso tan doloroso, tan relevante y tan penoso como aquel crimen, y de aplicar a sus autores -como ofreció ante su cadáver, ante sus deudos y ante toda la sociedad el actual gobernador- “todo el peso de la ley”.-III-Ahora que la celebración del 104 aniversario de este medio coincide con las recientes tomas de posesión de los alcaldes de casi todos los municipios del estado, cabe señalar que, para el ciudadano común, el tema del futurismo político es irrelevante: “vanidad de vanidades...”. Que cuando los actuales funcionarios eran candidatos, solicitaron los votos ciudadanos ofreciendo a cambio un mayor esfuerzo de su parte para superar rezagos en los consabidos temas de inseguridad e impunidad; deficiencias e insuficiencias tanto en el abasto de agua potable como en el transporte público; el crecimiento anárquico de la mancha urbana de Guadalajara; la degradación y la ruina del Centro histórico y de los barrios tradicionales...Aunque ciertamente han sido innegables los afanes de las autoridades, todo indica que han sido insuficientes para dejar a las futuras generaciones un mundo mejor al que recibieron de las pretéritas.jagelias@gmail.com
