Tras la visita de Víctor Toledo, el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, a fines de julio al poblado de Temacapulín, que puso en jaque el acuerdo alcanzado entre el gobierno de Jalisco y el de Guanajuato para repartirse el agua del Río Verde, al afirmar que había “una multitud de argumentos” que mostraban “la inviabilidad” de la Presa El Zapotillo, ayer el Presidente Andrés Manuel López Obrador recibió a ambos gobernadores y a pobladores de Temacapulín, Acasico y Palmarejo.Por ello habrá que estar muy atentos hoy a la versión que el propio mandatario nacional haga de lo sucedido en estas reuniones, que serán determinantes para el futuro de este proyecto.Los habitantes de las comunidades que se inundarían con la presa reiteraron la exigencia planteada al titular de la Semarnat, de que se supenda la obra, ya que ni siquiera están de acuerdo a que quede con una cortina de 60 metros, como en algún momento lo aceptaban.Como les sugirió el propio Toledo, los habitantes de estos pueblos y agroproductores de Los Altos de Jalisco le plantearon al Presidente que en vez de apostar por la terminación de la presa se busque un manejo integral del agua alejado del modelo de esta enorme construcción, por considerar que sólo es un negocio para unos cuantos.Confían en que el Presidente finalmente los respalde, ya que aseguran, el propio López Obrador les hizo la promesa de no inundar sus pueblos en 2009, y la ratificó en su campaña del 2018.El caso es que ese compromiso lo hicieron en su momento en el sexenio pasado el gobernador Jorge Aristóteles Sandoval, quien tuvo que retractarse el 29 de junio del 2017, cuando anunció que El Zapotillo iría con una cortina de 105 metros, basado en un estudio realizado por la agencia especial de proyectos de la ONU (Unops).Tambien en campaña, el hoy gobernador Enrique Alfaro se pronunció públicamente por no inundar los pueblos e incluso en contra del trasvase de agua de Los Altos a León, Guanajuato. Sin embargo, con el acuerdo alcanzado con el estado vecino, el mandatario estatal parece estar decidido también a pagar el costo político de incumplir ese compromiso con los moradores de esas comunidades para poner fin a la inercia de más de tres décadas de no traer agua adicional a Guadalajara.En esa misma sintonía parecía estar López Obrador, cuando en su reunión del 26 de junio con empresarios locales en Palacio Nacional, les aseguró que si Jalisco y Guanajuato se ponían de acuerdo, el apoyaría la terminación de la Presa El Zapotillo.Hoy sabremos si mantiene esa postura o la cambia luego de escuchar a los habitantes de Temacapulín, Acasico y Palmarejo, de los que ya le había hablado el secretario Toledo.jbarrera4r@gmail.com