Desacuerdos, encontronazos verbales, diferencias de opinión y hasta mensajes simbólicos como mandarlo a segunda fila en el informe de gobierno han marcado la relación del alcalde de Zapopan y el gobernador del estado, Enrique Alfaro, en las últimas semanas. Atrás parecen haber quedado los días en que Lemus, el empresario invitado a participar en el proyecto de Alfaro, era el aprendiz de política que el primer círculo del alfarismo veía con condescendencia y no poco desprecio por su falta de oficio.Los problemas entre Lemus y el equipo del Alfaro comenzaron al día siguiente de la elección de 2015. Los operadores del alfarismo quisieron imponer no solo los cuadros políticos sino la forma de gobernar. Algunos jaloneos y gruñidos después las calabazas terminaron por acomodarse, porque enfrente estaba el pegamento mágico que aglutina a todo grupo político: la búsqueda del siguiente escaño del poder, que en aquel momento era la gubernatura.Tras la elección de 2018 la situación de Lemus cambió radicalmente, y su postura frente al grupo también. Contrario a lo que sucedió en Guadalajara donde MC redujo su margen de votación, Lemus lo incrementó en Zapopan lo que, al menos en su propia lectura, le dio una legitimidad mayor para enfrentar al compacto grupo alfarista, pero sobre todo para jugar sus propias canicas. Ya con Alfaro en Casa Jalisco, Lemus ha ido tomando distancia de las decisiones del gobernador, pero sobre todo mandando el mensaje que él tiene juego político propio. Los dos casos más sonados han sido el de la Policía Metropolitana hace unos meses y recientemente el de las Villas Panamericanas, pero en el ínter ha habido muchos pequeños jaloneos, si no con el gobernador, sí con su equipo.Las preguntas obligadas son si Lemus tiene vida política más allá de MC y si MC podría aguantar un escisión de cara al 2021. Se ha especulado mucho que el hoy alcalde de Zapopan podría escindirse de MC y meses antes de la elección del 21 dejar la presidencia de Zapopan en manos de Juan José Frangie para ir a buscar la alcaldía de Guadalajara. Legalmente es posible, la pregunta es si políticamente es viable. Las opciones de Lemus serían dos: buscar la candidatura de Guadalajara por Morena, lo que ideológicamente suena poco menos que contradictorio, pero en eso de los principios que son tan firmes como intercambiables todos terminan pareciéndose, o buscar un candidatura independiente con el apoyo de algunas organizaciones, como el grupo Universidad a través de su nueva organización política Hagamos (que en los corrillos dicen que el nombre completo es Hagamos… lo que diga el licenciado).Para MC mantener Guadalajara será la prioridad más importante, pues de ello depende no solo aspirar a repetir en 2024 sino tener gobernabilidad en la segunda mitad del sexenio, por lo que cerrar filas y buscar aliados para descarrilar cualquier posibilidad de Lemus será la prioridad, lo que terminará encareciendo cualquier alianza.Se alborotó el gallinero, se desató la grilla, se rompió el cemento que mantenía unido al equipo y desde el gobierno no parece haber quién lo contenga.(diego.petersen@informador.com.mx)
