“Yo no voy a tomar decisiones a lo güey”, dijo Xóchitl Gálvez, y que intenta sentarse de manera precipitada, sin fijarse -mala decisión- y se va de espalda con todo y silla; luego dice “estamos en estado de guerra” y advierte, “si algo me pasa a mí, habría una crisis para el país…”. Pareciera la secuencia de una escena en donde la candidata del Frente Amplio por México (FAM) levanta la voz para que todo mundo oiga, luego sucede el incidente y después se levanta y lanza la amenaza. Pero no, los tres enunciados son de tres eventos diferentes de los últimos días dentro de sus actividades de proselitismo.La primera de las expresiones fue el miércoles pasado cuando estuvo en el Congreso de Asociaciones de Energía, donde al criticar al Presidente López Obrador por tomar decisiones en diferentes asuntos con base en su ideología y sin consultar a expertos, expresó: “Yo no voy a tomar decisiones a lo güey porque ya se han tomado muchas. En serio, yo dejaría de hacer dos cosas: dejar de gastar dinero a lo pen... y tomar decisiones a lo güey”. La segunda fue el sábado pasado, al dirigirse al Consejo Nacional del Partido Acción Nacional, donde exige a los panistas sumarse a la campaña electoral “porque está en juego la democracia… No nos vayamos a quedar esperando a que nos llamen, a que nos inviten, dejamos esas formas para otros tiempos, hoy estamos en estado de guerra y tenemos que estar a la altura de las circunstancias”. Y la tercera, fue el viernes en Querétaro, cuando hizo referencia al anillo de seguridad que desde la semana pasada le proporciona el Ejército. “Yo confío en Dios y se que estoy en esto echada para adelante, pero también soy responsable en el sentido que si algo me pasa, pues también habría una crisis en el país y no tiene sentido meter al país porque puede haber algún personaje voluntarioso y que no sea el Gobierno el que me quiera hacer daño”, planteó Xóchitl Gálvez.El pronunciamiento de “tomar decisiones a lo güey”, se entiende perfectamente porque dice a quién está dirigido y por qué razón, lo mismo en lo que se refiere a su seguridad personal, ya que un incidente -por leve que fuese- pudiera dejar volar la imaginación y pensar con ligereza de dónde pudiera tener su origen. Pero el mensaje de “no nos vayamos a quedar esperando a que nos llamen, a que nos inviten…”, habrá que hacerlos con moderación o ser muy clara en los conceptos, por aquello de herir susceptibilidades al interior de la coalición de partidos (PRI, PAN y PRD). Recientemente Alejandro Moreno, presidente del PRI, le advirtió a Xóchitl: “Las aventuras individuales o los esfuerzos aislados a nadie benefician. No olvidar que la unidad es la fuerza”, después de que la candidata del FAM le levantara la mano al alcalde panista de Puebla Eduardo Rivera -quien aspira a la gubernatura- y del respaldo que le diera a -otro panista- Santiago Taboada, alcalde de Benito Juárez, que intenta de llegar al Gobierno de la Ciudad de México. Xóchitl tiene en sus manos una “madeja” que con mucha facilidad “se le puede enredar”. Porque al calor de las circunstancias, con la intención de llamar la atención y en la ambigüedad de algunos mensajes -que se pueden prestar a la mala interpretación- se pueden correr riesgos, que pueden causar “tomar decisiones a los güey”, que se declare “un estado de guerra” al interior del Frente y que a la postre se provoque “una crisis”.¿Usted, qué opina?