El encuentro amistoso de hoy, ante Dinamarca, será el último de la Selección mexicana antes del Mundial que arranca el jueves próximo en Rusia… y el primero después del escándalo en que degeneró la “fiesta de despedida” de los tricolores y que —no podía ser de otra manera— se convirtió en la comidilla informativa de la semana… y de la temporada.*En el aspecto futbolístico, el compromiso contribuirá a poner a punto a los jugadores. Difícilmente servirá para anticipar nada relacionado con el esquema táctico que utilizará el “Tri” en los tres o cuatro partidos que disputen en el Mundial, porque Juan Carlos Osorio no se chupa el dedo y se cuidará de no mostrar a los espías que seguramente estarán en Copenhague, las armas que empleará para buscar, en el debut mundialista ante Alemania, el resultado —no necesariamente la victoria— que anime las esperanzas de pasar a la segunda ronda.*El mismo Osorio, según los reportes de prensa, anticipó que le interesaba, “por encima del resultado, el funcionamiento del equipo”…Algo que parecería muy sensato, si no llevara implícita una cuestión: un aspecto primordial del funcionamiento del equipo es la solvencia en el aspecto ofensivo. Si —mera hipótesis— se juega como en los recientes partidos amistosos (ante Gales y Escocia), pero de nuevo se falla escandalosamente en la definición y el resultado es negativo, la calificación del examen, aunque se haya dicho que la victoria o la derrota serían secundarias, tendrá que ser, necesariamente, reprobatoria. Lo cual, en el aspecto anímico, será una carga extra con que se llegará al Mundial.*Pero ya que de cuestiones anímicas se trata, habrá que ver, también, cómo se desempeñan, si Osorio les da minutos en la cancha, los jugadores que protagonizaron “una fiesta” —sin payasos ni piñatas— pero por la torpeza de los organizadores o la astucia de los “paparazzi” degeneró, como ya se dijo, en el mayor escándalo —y lo más lamentable: en el peor momento— en la era de Juan Carlos Osorio como técnico nacional.Habrá que ver qué señales dan de si el episodio dejó secuelas, por las cuentas que seguramente todos ellos tuvieron que dar en casa, acerca de la forma en que decidieron aprovechar las últimas horas libres que tuvieron... antes de solventar uno de los compromisos profesionales más serios de su vida.