Llegó el día. Puesto que las amables reconvenciones utilizadas hasta ahora no dieron los resultados apetecidos, la Federación Mexicana de Futbol aplicará, a partir de hoy, con mano dura si es preciso, las medidas orientadas a erradicar la costumbre de corear con el consabido vocablo de cuatro letras los saques de meta de los porteros.Fueron en vano los argumentos que los propios dirigentes de la Federación esgrimieron ante sus homólogos de la FIFA cuando hubo las primeras admoniciones. No prosperó el alegato en el sentido de que el epíteto no implicaba intenciones ofensivas, ni mucho menos homofóbicas, dedicadas en lo particular a ningún guardameta o en lo colectivo a todos ellos.Tampoco se admitió que la práctica respondió, en sus inicios, a la intención de distraer al adversario -como hacen los aficionados al beisbol, con gritos y movimientos detrás del plato para tratar de perturbar al lanzador del equipo visitante, o los que hacen otro tanto en el basquetbol, en los tiros libres- y pasó a ser, posteriormente, “una ocurrencia (dizque) inofensiva, asociada al peculiar sentido del humor de algunos mexicanos”.Vaya: ni siquiera se modificó la posición de los dirigentes de la FIFA a raíz de que la Real Academia, sin dejar de calificarlo como malsonante (palabrota, pues), puntualizara que el vocablo no sólo se aplica en la acepción de homosexual o sodomita, sino también para ponderar (“¡Qué […] suerte…!”) o para denotar ausencia o escasez de algo (“No tengo un […] peso”).En consonancia, pues, con la tendencia mundial a la corrección política; con el ánimo de que nadie se sintiera interpelado, aludido u ofendido por el grito con que un grupo de aficionados, seguidores del Atlas, “saludó” a Oswaldo Sánchez, a la sazón portero del América, en el Estadio Jalisco, el 1º. de mayo de 1999, y posteriormente se convirtió en práctica habitual, se institucionalizó y aun traspasó las fronteras, la decisión está tomada: para no correr el riesgo de que las sanciones de la FIFA pasen de las amonestaciones verbales y las multas a castigos más severos -pérdida de puntos y exclusión en eliminatorias mundialistas inclusive-, se aplicará, a partir de hoy, un protocolo que ya se ha hecho del conocimiento público: amonestación, hasta tres suspensiones temporales -sin llegar, como llegó a decirse, a la cancelación definitiva-... y , en caso de reincidencia, veto de la plaza.¿Entendido…?