Su gol hizo el efecto de despejar un tanto el panorama -sombrío hasta entonces- de los seguidores del Guadalajara, y de transformar el ambiente en el vestidor; de convertir en fiesta lo que llevaba traza de terminar en algo parecido a un velorio, de no haberse conseguido la victoria dominical en Ciudad Juárez.No sólo se explicaba, por tanto: era inevitable que algunas preguntas de la consabida entrevista con Luis Fernando Tena se orientaran precisamente al jugador que en ese partido entró a la cancha con la herradura y el trébol de cuatro hojas, y anotó el que hasta ahora va siendo el gol más importante de la temporada para el equipo más popular de México: el de la primera victoria como visitante en el certamen; el que evitó que se extinguiera definitivamente la llamita de la esperanza de sacar boleto para la “Liguilla”: algo que para muchos equipos, en México -sus dirigentes, sus jugadores, sus simpatizantes...- basta y sobra para salvar la campaña.Tena lo dijo con estas palabras: “Todos conocemos la calidad de la ‘Chofis’, y hay que buscar el momento y el lugar para hacerlo entrar, y que él pueda explotar sus condiciones”.En cuanto al momento, Luis Fernando lo mandó a la cancha a los 65 minutos; es decir, cuando sólo quedaban 25 minutos de partido. Lo hizo cuando el Guadalajara lucía desorientado en la cancha; cuando no dejaba constancia de la superioridad numérica en que lo dejó la expulsión de Lezcano, poco antes del descanso. En cuanto al lugar, le asignó la zona en que con más frecuencia se desenvuelve: los tres cuartos de cancha, por la derecha.Hasta antes de la acción en que aceleró, eludió a dos adversarios y soltó el zurdazo que se metió junto a la base del poste izquierdo, había sido el jugador gris, indeciso e intrascendente de casi siempre; el que parece tener el don para el futbol en los pies… pero no en el corazón; el jugador sin sangre en las venas, en suma.Como Vela, como Brizuela, como varios más que han pasado por ahí, “Chofis” sigue siendo un jugador intermitente; un jugador cuyo rendimiento está muy por debajo de su potencial: algo que a seis años y ocho meses de su debut (febrero de 2013) lo mantiene en el rango de eterna promesa y le ha impedido transformarse en realidad.
