Hubo respuesta. Cuando se suponía que la enésima reiteración del estribillo de que tanto España como la Iglesia deberían ofrecer sendas disculpas a México por las atrocidades -algunas reales, otras imaginarias- perpetradas en ocasión de la Conquista, sería, una vez más, el silencio (en aplicación del refrán: “A palabras de marrano, oídos de chicharronero”), esta vez sí hubo respuesta...-II-El texto, difundido en la prensa española (ABC, Madrid, X-06-20), remitido por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), sostiene que “Ni el Estado español ni la Iglesia Católica tienen que pedirnos (a las etnias originarias) perdón de nada”.Además de anunciar que enviará una delegación a España, en el marco de una gira europea programada para el año próximo, al conmemorarse el quinto centenario de la caída de México-Tenochtitlán (el 13 de abril de 1521) a manos de un ejército comandado por Hernán Cortés e integrado por un millar de españoles y varios miles de indígenas -tlaxcaltecas y totonacas, principalmente- reacios a someterse a la dominación azteca, el EZLN pasa por alto la inconsecuencia grosera, el anacronismo burdo de querer endosar supuestos (y aun reales) agravios ocurridos hace cinco siglos, a los descendientes de sus presuntos autores.Adicionalmente, plantea si España debe pedir perdón “de haber parido a Cervantes, José Espronceda, León Felipe, Federico García Lorca, Manuel Vázquez Montalbán, Miguel Hernández, Pedro Salinas, Antonio Machado, Lope de Vega, Bécquer (...), al hermano maya Gonzalo Guerrero” (en alusión al marinero español que, tras naufragar en 1511, vivió con los mayas y se unió a ellos para luchar contra las huestes de Cortés). Plantea igualmente si la Iglesia Católica debe pedir perdón “del paso de Bartolomé de las Casas (fraile dominico, obispo de Chiapas de 1544 a 1550, evangelizador y defensor de los derechos de los indígenas en aquellos tiempos; en proceso de beatificación desde 2001); de Don Samuel Ruiz García (obispo de San Cristóbal de las Casas en años recientes, e igualmente defensor de los derechos de los indígenas); de quienes arriesgan su libertad y vida por defender los derechos humanos...”.-III-El comunicado, de paso, critica al Gobierno mexicano por los altos niveles de violencia imperantes en el país, la elevada tasa de feminicidios, y, sin nombrarlos, “los grandes proyectos de infraestructura que destruyen la riqueza natural del país”.(Uno de sus párrafos, por cierto, alude -sin nombrarlos igualmente- a “los farsantes que se montan sobre nuestra sangre y así esconden que tienen las manos manchadas de ella”.)