El verano es peligroso por la aparición de la sed que antoja. Las altas temperaturas parecen urgir a los ciudadanos a refrescarse por una bebifa fría. Y si eres consumidor de alcohol es posible que la búsqueda por una bebida alcohólica inicie unas horas antes de lo que acostumbras, pero ¿hay algún problema? Pues sí; varios.Por un lado, el antojo, en este caso, no es sabio. Todas las bebidas alcohólicas, por más refrescantes que resulten, deshidratan. Y si, tenemos en cuenta que el cuerpo ya está sufriendo los estragos del calor, es posible que el consumo alcohólico solo incremente la sensación de fatiga, el aturdimiento, los mareos o simplemente que pierdas el control de tus prioridades.Por otro lado, lo más seguro es que tu descanso sea de poca calidad. El alcohol compromete el mecanismo REM que te permite un descanso reparador. La clave estaría en dejar de beber unas tres horas antes del momento del sueño y beber abuntante agua, además de hacer una comida, para que el cuerpo tenga la oportunidad de metabolizar esta sustancia embriagante.Ahora bien, la cruda no está reservada para las mañanas. Cuando antes comiences a tomar, más temprano llegarán los síntomas de la resaca. Además, combinado con la deshidratación del cuerpo debida al calor, es probable que los síntomas se acrecenten. Incluso si estos malestares son psicoemocionales como la ansiedad por cruda.Por supuesto, el factor determinante más que el tiempo es la cantidad. Si logras controlar tu consumo y además te hidradas y alimentas correctamente, el daño puede ser reducido a uno tolerable. Intenta evitar las bebidas azucuradas y tener siempre en cuenta que no hay una cantidad saludable de consumo de este tipo de bebidas.* * * Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de Whatsapp * * *OB
