Economistas, científicos y políticos de todo el planeta, que integraron el denominado Grupo Roma en 1972, encargaron al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) un informe que respondiera si podría o no continuar el crecimiento económico y material indefinidamente en un planeta finito: la apuesta del capitalismo.El grupo de expertos liderados por la doctora y científica ambiental Donella Meadows presentó el informe fue titulado "Los límites del crecimiento" cuyos resultados estaban apoyados por un nuevo modelo matemático y variables como el crecimiento de la población, la contaminación y la disponibilidad de recursos.Uno de los escenarios que se contempló tomaba como referencia el modelo business as usual o «todo sigue igual». Es decir, la población crecería con la misma intensidad con la que consume recursos y deteriora el medio ambiente:Este informe recibió críticas muy duras por parte de la comunidad científica y del ámbito económico: ponía en cuestión el paradigma del capitalismo, que no es otro que el crecimiento ilimitado. Además, el texto tambien predice un punto en el que las líneas de las diferentes variables se cruzan y pronosticó un declive del modelo social y económico a partir del 2020.La segunda década del siglo XXI comenzó con la pandemia de Covid-19 global y continúa con una guerra en Ucrania que está produciendo un encarecimiento de la vida y amenaza con generar un grave problema de abastecimiento de productos básicos.En este punto, el peor de los escenarios posibles, la realidad parece estar reproduciendo la dinámica que conduce al desastre que predijo el Club de Roma hace justo medio siglo.El mundo actual lleva el riesgo de que la comunidad internacional priorice el gasto en defensa, enfoque que podría convertirse en la estocada final a la crisis climática. El Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, ha advertido que las medidas a corto plazo que tomen las grandes economías para satisfacer la escasez con las opciones disponibles suponen el riesgo de crear una dependencia de los combustibles fósiles a largo plazo, lo que a su vez liquidaria la posibilidad de limitar el aumento de las temperaturas globales a 1,5 grados para fin de siglo con respecto a los niveles preindustriales. Con las consecuencias que eso representa.CP
