Laura G. Miranda es una escritora que cuenta ya con varias novelas como Después del abismo y Volver a mí. En entrevista nos cuenta que su novela Ecos de fuego ya estaba lista y quedó en imprenta cuando en marzo se cortó todo por la pandemia, mientras que Las otras verdades sí fue un libro que se concibió en pandemia, en el que la autora nos cuenta que se identificó con el personaje principal de esta historia por algunas emociones que vivió, como sentirse atrapada y asfixiada durante el encierro.Es originaria de Argentina y se distingue por haber creado un estilo propio de la novela romántica, porque sus personajes no son color de rosa ni perfectos porque sus historias de amor se inspiran en la vida misma, atravesando por adversidades como ocurre en la realidad pero apuntando siempre a los sentimientos.Para ella el amor es un sentimiento universal no sólo de pareja sino de cualquier vínculo que prospere y que tiene más posibilidades, pero volver a intentarlo tiene que ver con la resiliencia, con el mensaje esperanzador que está presente en sus textos.Sobre el público al que va dirigido, las que están entre 20 y 60 años se van a sentir identificadas por la temática que aborda que es la maternidad por elección, entonces las chicas jóvenes que no se ven en ese rol y deciden no cumplirlo se van a sentir identificadas y las mujeres grandes que no han tenido hijos y que han pasado toda una vida explicando por qué no lo hicieron, también.Las otras verdades ya comenzó su camino por Argentina, estuvo en algunas provincias en Buenas Aires recientemente, ya está en movimiento, también Laura G. Miranda dando entrevistas a través de Zoom, pero también en la presencialidad. Actualmente el libro se encuentra en todas las librerías.Es abogada, trabaja en la dirección de asuntos jurídicos de una universidad, ha trabajado en pandemia de manera virtual, ahora ya retomando la presencialidad, dando clases también. Como todas las mujeres de ahora, hace muchas cosas a la vez.Ejerció la abogacía más de 20 años, pero cuando los libros comenzaron a ocupar un espacio en su vida y las responsabilidades fueron mayores decidió cerrar su estudio jurídico, ya no atiende casos, dejó de hacerlo y optó por la escritura porque es lo que más me gusta hacer.Lo hace todo compatible, ya que además vive con su esposo, tiene dos hijos y sus mascotas, dos gatas y dos perros que adora. AA