La primera mordida nos regala una grata sorpresa, una explosión de sabores cuyos fuegos artificiales vienen en el bocado. Con la segunda viene la curiosidad de tratar de descubrir los ingredientes y especias que se unieron para darle forma a los manjares en la mesa. De la tercera para adelante ya hablamos de un enamoramiento gastronómico donde uno se deja llevar y asombrar.Así es ir por primera vez a Morocco Kebab y así es caer flechado por nuevas sensaciones culinarias.Con una década de historia en nuestra ciudad, Morocco Kebab acaba de estrenar locación (López Cotilla 1936, justo enfrente de la anterior) convertido en un clásico de la zona, algo nada sencillo, tomando en cuenta la incesante competencia gastronómica que hay en la Colonia Lafayette.¿El secreto para perdurar? De un lado el tesón y pasión por la gastronomía que demuestra su dueño, Fouad Lakhdar, quien por cierto también se encarga de preparar los platillos, además de recibir y atender a los comensales si se presenta la ocasión.Del otro lado tenemos que este restaurante ofrece una propuesta que escapa de lo común e invita a la aventura culinaria.Aventura porque el menú nos lleva de viaje por los platillos más tradicionales de la gastronomía mediterránea y peculiarmente Norafricana y del Cercano Oriente. Los sabores intensos de las especias, carnes, lácteos y salsas propias de esa región vuelven una aventura cada visita a la mesa de este rincón gastronómico, una travesía para la que no se requiere pasaporte pero sí mucho apetito.“La gente que está hoy con nosotros son comensales que tienen años de visitarnos”, afirma el dueño del lugar en charla con EL INFORMADOR durante una de sus raras pausas. “Ahora vamos por nuevos comensales, queremos que más gente venga y conozca la propuesta que tenemos entre manos”.El nuevo decorado (ahora el local es más grande) envuelve al visitante en un cuento oriental, con shishas, cafeteras turcas, techos altos y muros frescos, además de música y ciertos días a la semana, danza árabe y tatuajes de henna para quien lo desee, así como música en vivo. Escrito lo anterior, ahora, el momento que todo lector espera, ¿y qué tal la comida? Vamos a comenzar.En las dunas del saborPara quien busque otra opción muy tradicional de la cocina oriental y africana, vale la pena degustar el falafel, una suerte de albóndiga o croqueta (a la vista), pero preparada a base de garbanzo. Para equilibrar su sabor, suele acompañarse con salsa árabe de yogur o tahini, un aderezo elaborado con pasta de sésamo. Si lo deseas, este o cualquier platillo puede ir acompañado con pan pita.No podría estar completa la comida sin saborear el jocoque de la casa, el humus o un baba ganoush (pasta de berenjenas asadas con pasta de tahini, ajo, jugo,limón, pimienta blanca y aceite de oliva). Este trío es una excelente opción de apertura, para picotear en una buena charla o sencillamente acompañarla con un agua fresca o la selección de cervezas y vino de la casa. Las hojas de parra también son una excelente elección de apertura o como compañeras del plato fuerte, lo que nos lleva a…No es gratuito que el kebab se colara en el nombre del restaurante. El platillo estrella, el doner kebab, es un indispensable en toda visita al recinto comandado por Fouad Lakhdar. La recomendación de la casa -y quien escribe estas palabras- es el de cordero, aunque también es posible ordenarlo relleno de res, pollo o combinado. La porción es bastante generosa, con sabores e intensas fragancias, jugosa y generosa en cada bocado.Este restaurante se ha caracterizado por buscar innovar y jugar con el menú, sin perder de vista la tradicional reverencia que tiene la cocina árabe. Para el postre vale la pena un sabroso y fortificante café turco, aunque una sugerencia también es pedir el pay de dátil, que es un delicioso homenaje a estos sabores que llegados del desierto han florecido en suelo tapatío.IMPERDIBLELo básico de Morocco KebabMorocco Kebab forma parte de la unión de restaurantes, galerías y hoteles que integran el grupo Distrito 8 Lafayette, una asociación de locatarios y empresarios que buscan impulsar esta zona de la ciudad. Sus propuestas gastronómicas incluyen la cocina española, francesa, italiana, árabe, halal, mariscos y cafeterías; así como hoteles y galerías de arte.Entre los restaurantes que integran Distrito 8 Lafayette se cuentan Áureo Restaurante (dentro de Villa Ganz, en López Cotilla 1739), Mutante (López Cotilla 1937), El Jarro (López Cotilla 2013 A) y Riscal (López Cotilla 1751). También está presente el Hotel Alborata (Morelos 2070), entre otros espacios.Descubre quienes la integran, sus promociones y novedades en www.instagram.com/distrito8lafayettebsr
