Si hablamos de SUVs, probablemente lo primero que pienses es en una Honda CR-V, pues es uno de los productos de esta categoría que todo comprador considera. Este modelo por fin estrena generación, haciéndose más grande y refinada, aunque muy similar al resto de la nueva gama de la marca japonesa.Todo inicia con el diseño, que evoluciona a la nueva cara institucional del fabricante, con una parrilla muy amplia, faros relativamente delgados con una moldura cromada insertada, una fascia con una esencia elegante y laterales robustos, acompañados de nuevos diseños de rines y una retaguardia con estilizadas luces posteriores en forma de “L”.Esta utilitaria familiar es más grande que su antecesora, casi siete centímetros, para ser precisos, distancia que casi en totalidad se traduce en un extra de distancia entre ejes que, a su vez, se interpreta en más espacio para la fila trasera y cajuela.Hablando del habitáculo, además de lo espacioso, también cuenta con un nuevo esquema de entretenimiento, con una pantalla flotante de hasta nueve pulgadas, salidas de aire acondicionado con patrón de panal, conexión con Android Auto y Apple CarPlay de manera inalámbrica, caragos por inducción, climatizador por zonas, un panel de instrumentos parcialmente digital y varios extras más.A nivel de seguridad hablamos de una interesante carga de elementos, que puede llegar a freno automático de emergencia, asistente de mantenimiento de carril, cambio de luces automático, control de crucero adaptativo, sensores de proximidad, 10 bolsas de aire, control de estabilidad, frenos ABS y más.El tren motor es el mismo del Civic, es decir, un cuatro cilindros de 1.5 litros turbocargado de 188 caballos de fuerza y 177 lb-pie de par, con tracción delantera y caja CVT para todas las versiones.No cabe duda que la evolución le vino bien a la Honda CR-V 2023 y no es porque ésta fuera una mala opción, sino porque el mercado ya le exigía ponerse al día y en realidad lo hizo de una manera sutil, pero contundente.Sigue siendo dueña de una gran estabilidad y aplomo, hechos que transmiten seguridad al conductor cuando la marcha aumenta de velocidad. La puesta a punto obedece más al polo de la comodidad, con una suspensión suave y una dirección un poco más pesada, pero maniobrable lo suficiente para el manejo cotidiano, entregando una sensación general de refinamiento.El conjunto mecánico hace buena dupla pues, si bien no es un esquema pensado en deportividad, las sensaciones generales son buenas, aunque tendrás que sacrificar un poco de placer por contar con la caja CVT, que sin lugar a dudas es una de las mejor ejecutadas en el mercado, pero sigue siendo una transmisión continuamente variable, con todo lo que eso implica.Aunque agradecemos la suite de seguridad, al menos en esta ocasión percibimos que las asistencias son un poco invasivas, principalmente los sensores de proximidad, que a la menor provocación comienzan a lanzar alerta aun cuando estás a una distancia segura en un semáforo, por ejemplo, llegando a ser un poco molesto en algunos casos.La cabina es más espaciosa, con buenos terminados y materiales y un buen nivel de equipo; si algo pudiéramos reclamar, es que tal vez desearíamos que existiera una diferencia más marcada entre los integrantes del portafolio de la marca, ya que todos comienzan a sentirse igual, por lo menos en este espacio.En general, la Honda CR-V sigue teniendo las virtudes suficientes para ser la preferida de los compradores, gracias a un buen manejo, mayor espacio, refinamiento en marcha y habitáculo y con una seguridad destacable, pero por ello habrá que pagar una cantidad considerable, pues la SUV se encuentra en un rango desde 714 mil 900 pesos para la versión Turbo, pasando por los 769 mil 900 pesos de la variante Turbo Plus y hasta los 819 mil 900 pesos de la tope de gama, conocida como Touring.