A una cuadra del parque El Polvorín que queda en Av. Patria, frente a Colomos, y con escasos meses de operación, La Crepería de Sally ha tomado su lugar entre los comensales que se deleitan con ese platillo y es que, no es para menos ya que la atención de sus dueños y el cuidado a los detalles están presentes. Parte de su secreto es su masa con la que elaboran sus crepas y que, antes de vaciar sobre la plancha la masa para realizarla, espolvorean un poco de su mezcla de quesos mozzarella y gouda, sólo un poco, para que le dé una textura diferente a la que normalmente estamos acostumbrados a comer que es más bien suave. Éstas quedan suaves pero, con un pequeño crunch y un sabor a quesito quemado lejano que no invade para nada el sabor ni aroma de la crepa.Acudí porque varios lectores me habían comentado del lugar. Llegué a un local pequeño pero con personalidad, bien decorado y con algo de vegetación que colgaba y un puñado de mesas. Y aquí les cuento mi experiencia.Pedimos tres diferentes. Inicié con la de Rajas $95 rellenas de un guiso muy bien logrado y con gran balance. Sus rajas en tiritas finas, elote tierno y cebolla sarteneadas con aceite de olivo al que le añaden una muy buena crema y una sazón al punto. Son de tamaño suficiente para una persona y se acompaña de una pequeña ensalada y un preparado de tomates cherry.Seguimos con la de jamón serrano $130 que elaboran con una base de salsa pomodoro, que desde temprano hacen y dejan reducir por algunas horas a fuego bajo para lograr una concentración de sabor que hace que tenga una viscosidad y color muy buenos, le agregan una buena albahaca que le brinda ese perfume, además de sabor. Para después incluirle una rebanadas de jamón serrano de buena calidad.Por último, llegó la de salami y pepperoni $110 que es la favorita de los niños y dicen que está dentro de su top 3 de venta (que precisamente son las que ordenamos), la confeccionan con la misma salsa pomodoro, su mezcla de quesos; gouda y mozzarella al que después incluyen estas carnes frías, salami y pepperoni, que tienen por cierto un corte delgado que hace más fácil el bocado ya que no están pasadas por el horno como en una pizza, sino dentro del dobles de la misma crepa. De postre compartimos una crepa de cajeta (que traen de Ameca, Jal.) ¡De lo más buena!También, tienen en su carta ensaladas y baguettes por lo que en otra ocasión volveré para probarlos, ya que estando ahí salieron un par de la cocina y tenían muy buena pinta. Larga vida a La Crepería de Sally, lugares de barrio que hay que apoyar. ¡Lo mejor para este 2023 Gastrónomos! ¡Sé feliz!