Turbio es de estos sitios que hay que conocer para salir de la rutina, para experimentar nuevos lugares, nuevos sabores. Ver gente distinta, escuchar música diferente y vivir nuevos ambientes. El lugar es casual y pequeño, pero tiene mucha alma y gran dedicación. Los que conocemos al Grupo Habanero Negro, sabemos que siempre hay calidad y concepto en sus restaurantes (El Habanero Negro, Café Candela y Turbio).Turbio nació como un lugar para disfrutar vinos naturales, esos que no se filtran y que nacen turbios, de ahí el nombre. Tienen varias etiquetas y cada semana llegan nuevas. También ofrecen mezcales, raicillas y tequilas. Pero venimos a hablar de comida, aquí les dejo unas buenas opciones que probé en compañía de Jackie. El menú está en Instagram, y no hay precios, por lo que sugiero preguntes por las opciones que te latieron pedir, para que no tengas sorpresas.Como siempre, se compartieron tres platillos al centro. Iniciamos con una Pizza piquete de abeja ($180) es más bien de tamaño personal, no familiar. La presentan cortada en cuartos que llegan a ser grandes. Nos inclinamos por esta, por su descripción; es de pepperoni, con miel de abeja que ha sido infusionada con habanero y unas rodajas de serrano. Tiene un picor medio, pero nada que no permita enamorarte e irte a ojos cerrados. El sabor es realmente bueno. Su masa delgada con un mix de quesos ganador: cheddar blanco y mozzarella. Seguimos con unas alitas trufadas ($165) presentadas en una charolita, con unas siete alitas muy crujientes, mismas que fueron confitadas. Son con salsa buffalo con picor medio, y terminadas con un spray de aceite trufado que le da mucho aroma y sabor. Encima coronan con queso parmesano rallado muy fino que también aporta carácter y distinción al platillo.Por último llegó un bok choy ($125) que es este vegetal muy parecido a la lechuga y muy común en Asia. Normalmente, se le llama la col asiática, pero para mí es una lechuga asiática. Es alargada, vienen tres mitades y las ponen al grill a sellar, marcar (y darle ese sabor a quemado) y suavizar que es lo importante. Les añaden una salsa a base de cacahuate con salsa macha, limón amarillo asado, mismo que tú exprimes a tu gusto en mesa, y un poco de salsa de pescado. Con un sabor exquisito, suave y profundo. Gran plato para compartir.El lugar no tiene pretensión alguna, es muy relajado y cuentan con música de DJ en vivo de jueves a sábado. Por lo que el volumen es alto sin llegar a molestar.¡Sé feliz!