Originario de Guadalajara, el profesor y conferencista en temas de bienestar y liderazgo, Juan Pablo García Chávez, presenta su libro “Desde mi desierto”, en el cual ofrece un testimonio de supervivencia y resiliencia a propósito del ataque militar que sufrió en Egipto, en el año 2015, un grupo de turistas en el cual él se encontraba; eran 21 personas, la mayoría mexicanos y sólo sobrevivieron siete personas, seis connacionales, entre ellos él y una norteamericana.Resalta en entrevista con EL INFORMADOR que desarrollar este libro no fue tarea sencilla, le tomó un proceso de cinco años: “Porque era regresar continuamente a todas estas escenas de tal manera que yo pudiera llevar al lector al desierto a que viajara junto conmigo y que viviera esa experiencia de la mano, pero además, que la propia persona también hiciera un recorrido por sus propios desiertos que le han tocado vivir”. Señala que rememorar de nuevo los momentos que vivió le causaron dolor y tristeza, por lo que tenía que parar dentro del proceso para darse pausas y seguir con el desarrollo de esta obra.Este texto genera sentimientos universales. “Precisamente hago una analogía del desierto, porque a mí irónicamente me tocó vivir un desierto real dentro de uno personal. Y así, todos los atravesamos, eso es algo inminente, por eso son emociones universales las que nos conectan porque a partir de esas adversidades llamadas ‘desierto’, nos damos cuenta que no somos tan fuertes, que hay fragilidad en el ser y que ésta nos permite también sacar lo mejor de nosotros mismos. Al pasar por una situación adversa nos damos cuenta de que no hay que dar por sentado absolutamente nada, sino que hay que valorar y validar cada momento que se vive, porque no se repite y se va”.El momento detonante para desarrollar este testimonio es también la premisa del libro: “Mientras yo me encontraba tirado en el desierto y transcurrían las horas, sufrí heridas muy graves, y lo más probable que iba a ocurrir es que me iba a morir. Sin embargo, nunca tuve esa sensación de muerte, la sentía presente, pero no que yo me fuera a desprender. Y dentro de los recursos que yo utilicé en esas horas para poder mantenerme dentro de lo posible en un estado de calma, conecté con Dios, soy una persona espiritual y en ese momento busqué la conexión más profunda con él”.Recuerda que le comentó a Dios que él no se sentía morir, que no veía la luz o el túnel, como en otras conversaciones se expresa cuando alguien está a punto de partir, así que le preguntó qué quería para él. “En ese momento una voz muy clara me dijo… ‘darás testimonio de palabra de lo aquí ocurrido’. Y aquí es donde surge este propósito al conocer cuál es la razón por la que me quedo. La primera vez que realicé este ejercicio de escritura, me dijeron en la presentación del libro en el Museo Cabañas, fue cuando el embajador de México en Egipto acudió al hospital en El Cairo”, pues Juan Pablo le pidió papel y pluma para redactar lo que había ocurrido.Posterior a ese momento, también empezó a impartir conferencias y talleres, es ahí cuando se percató del poder que tenía su testimonio desde la universalidad, pues todas y todas en algún momento de su vida atraviesan por algún desierto, ya sea un rompimiento, un duelo, una enfermedad o alguna otra problemática. “La palabra no sólo es verbal, es escrita, y creo que a través de las letras puedo multiplicar este testimonio en millones de veces”.En el año 2015, un grupo de 21 personas, conformado por turistas, conductores y guías, sufrió un atentado militar. Recuerda Juan Pablo que las personas que brindaban los servicios de turismo eran de origen egipcio, también había una turista norteamericana y el resto eran connacionales, la gran mayoría jaliscienses. “Este viaje tenía la intención no sólo de conocer los lugares emblemáticos de Egipto, sino que también hiciéramos un trabajo de conciencia para seguir elevando la frecuencia del ser humano, desde la paz y el amor”.Expresa además, que para él era un gran sueño desde pequeño conocer Egipto y cuando llegó la oportunidad de este viaje, “sentí la necesidad de que ese viaje justo era el que correspondía porque dentro del itinerario estaba la visita al desierto. En esta zona íbamos a estar aproximadamente tres días conociendo ciertos lugares de ese desierto y después íbamos a estar en una zona de oasis y al parecer esto también llamó la atención de todos los que íbamos como turistas”.Juan Pablo resalta que la vida misma confronta al ser humano a veces en situaciones muy complicadas, “sobre todo cuando lo que se busca es lo contrario”, fue una paradoja que este grupo de personas iban a relacionarse con la paz y el amor y se vieron inmersos en esta tragedia, “encontramos el horror y el crimen mientras buscábamos el seguir elevando la humanidad hacia la paz y el amor”. En ese viaje, Juan Pablo fue solo, pero recuerda que había otras personas que iban con algún familiar y desafortunadamente perdieron a sus seres queridos.Los sobrevivientes al atentado han seguido manteniendo comunicación. “Estamos dentro de lo posible, pendientes. Conociendo cómo van los procesos, no digo que con todos, pero sí con la mayoría”. Sobre cómo ha sido la vinculación con el gobierno egipcio, resalta Juan Pablo que la comunicación ha sido nula, “seguimos en un proceso legal internacional, se ha mantenido muy estático el caso”, pero expresa que persisten en la búsqueda de justicia.Pero, ¿qué fue lo que ocurrió? En septiembre del 2015 el ejército de Egipto mató por “error” a un grupo de turistas mexicanos al confundir sus “vehículos con los empleados por los terroristas de la zona”, excusó el Ministerio del Interior de Egipto en un comunicado.Cabe señalar que el ataque se produjo desde un avión y un helicóptero desde los cuales lanzaron bombas hacia el lugar donde estaban los turistas, quienes se habían detenido a descansar en un oasis.El gobierno egipcio justificó la acción afirmando que la confusión se dio gracia a que las fuerzas estatales estaban en la zona desarrollando una operación de seguridad y que se encontraban en alerta debido al incremento de actividad insurgente. En su momento aseguraron que los vehículos de los turistas habían entrado en zona restringida y que después de abrir fuego descubrieron que los autos pertenecían a civiles y turistas. PERFILActualmente Juan Pablo es profesor, trabaja para el Instituto de Ciencias del Bienestar Integral de la Universidad TEC Milenio donde da clases relacionadas con bienestar y liderazgo. De profesión es abogado, su carrera la estuvo ejerciendo por muchos años, “sin embargo, hubo un momento en el que necesitaba el reexplorarme en otros ramos, así es que comienzo a conocer estos temas que tienen que ver con el bienestar y la felicidad, lo que me lleva a entender varias temáticas relacionadas en el bienestar, desde el enfoque científico como en el área espiritual”. Juan Pablo también se inició como master en reiki, diksha y gashimi. Además, está certificado como maestro de Yoga de la Risa y maestro en bienestar y alegría, también tiene una maestría en liderazgo positivo. “Y tengo un pastor belga que se llama Arthur y que me acompaña a muchos lugares a los que voy”.Juan Pablo comparte cómo surgió la oportunidad de que la política Claudia Ruiz Massieu se sumara a este libro, desarrollando el prólogo; confiesa el tapatío que la conoció justo cuando ella llegó al hospital en Egipto: “Fue la primera vez que la vi físicamente -sabía que días antes había sido nombrada como secretaria de Relaciones Exteriores-. Y desde ese primer momento hicimos un vínculo muy bonito, algo pasó. Comencé a contarle la historia y ella conectó con esto, desde ahí llevamos una relación de amistad, no nos vemos mucho, sin embargo, nos mantenemos en comunicación y sabemos lo que estamos haciendo cada quien”. Cuando desarrolló la escritura del libro, la invitó a hacer el prólogo y ella aceptó.Ahora que está el libro disponible y que Juan Pablo continúa con las conferencias, resalta que sí le interesa desarrollar nuevos libros: “Estoy ideando algunas cosas, pero ahora lo que quiero es primero asentar éste”. El libro “Desde mi desierto” se puede conseguir por medio de la página web del autor www.juanpablogarcia.mx o a través de sus redes sociales @juanpablogch.