Lunes, 07 de Octubre 2024
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14 de Febrero: ¿Qué hizo la pandemia del COVID con el amor?

Según explica la doctora en psicología, Patricia Ortega, la contingencia trajo incertidumbre y desestabilidad emocional para la mayoría de las personas, al no saber qué tan graves podrían ser los alcances del COVID

Por: Rubí Bobadilla

La doctora puso en evidencia que muchas personas no han madurado emocionalmente ni han aprendido a identificar, enfrentar y manejar sus emociones. ESPECIAL / Photo by Nathan Dumlao on Unsplash

La doctora puso en evidencia que muchas personas no han madurado emocionalmente ni han aprendido a identificar, enfrentar y manejar sus emociones. ESPECIAL / Photo by Nathan Dumlao on Unsplash

Este lunes 14 de febrero se celebra el día de San Valentín, patrono del amor y de la amistad. Sin embargo, debido a que la pandemia ocasionada por el COVID trajo cambios en la forma de vivir de las personas en todo el mundo: en su manera de trabajar, de transportarse, de convivir, también cambió las relaciones humanas. ¿Pero, qué hizo entonces la pandemia con el amor?

COVID, causante de muchos rompimientos

Probablemente a partir de la contingencia por el virus notaste, si no es que lo viviste ya, que numerosas parejas terminaron sus relaciones tras haber transcurrido algunos meses de la pandemia, mientras que por otro lado, otras más se conformaron iniciando nuevas historias.

Según explica la doctora en psicología, Patricia Ortega, la contingencia trajo, principalmente, incertidumbre y desestabilidad emocional para la mayoría de las personas, al no saber qué tan graves podrían ser los alcances del virus, tanto a corto, como a largo plazo, ocasionando que las personas se encontraran en una situación emocional nueva que probablemente no se había presentado antes, no solo en lo individual, sino a nivel global.

También, dijo, modificó las rutinas al tener que transformar el hogar en casa, escuela y oficina, cambiando también las formas de relacionarse unos con otros, como las parejas, la familia, e incluso los amigos. 

"De repente hubo que conocernos bajo esa presión e incertidumbre, y no toda la gente pudimos reaccionar de una manera tranquila, madura, serena"

“Todo esto nos planteó un impacto personal que obviamente tuvo un efecto en las calidades de las relaciones que habíamos establecido. Si nuestras relaciones de pareja se daban en un contexto de salir al cine o por un café; si se daba en el entorno del trabajo o la escuela, esto ya no era posible. Además, con esta presión e incertidumbre que todo el mundo estábamos experimentando, de repente hubo que conocernos bajo esa presión e incertidumbre, y no toda la gente pudimos reaccionar de una manera tranquila, madura, serena, y eso le puso una tensión especial a las relaciones”, contó la psicóloga.

Lo anterior, dijo, puso en evidencia que muchas personas no han madurado emocionalmente ni han aprendido a identificar, enfrentar y manejar sus emociones, además de que se demostró que muy pocas personas se conocían realmente no solo al otro con quien se relacionaba, sino tampoco a sí mismo.

“Cuando estamos bajo presión solemos reaccionar de manera hostil o violenta contra los demás, esto lo tendríamos que tomar como un aprendizaje para corregirlo, para tratar de no caer en ese vuelco. Se trata de una falta de madurez emocional porque no sabemos manejar nuestras emociones, pero muchas veces ni siquiera podemos identificar cómo nos sentimos respecto de determinada situación”.

Sin embargo, también iniciaron nuevas relaciones gracias a que algunas personas trataron de buscar emociones nuevas, además de haber creado nuevos vínculos por afinidades que pudieron percibir en medio de la crisis, dándose la oportunidad de salir de la “rutina COVID” para dar paso a otras emociones que les dieron la oportunidad de creer que no todo estaba tan mal en medio de la contingencia.

Ante estas situaciones, dijo la doctora, es importante que comencemos a darnos cuenta que convivimos en sociedades donde no se puede pasar por encima del otro y donde debe reconocerse que quizá también la otra persona está pasando por una situación complicada, es decir, tener empatía con el otro, además de mantener una buena comunicación para evitar malentendidos.

Patricia Ortega señaló que es necesario comenzar a reconocer y aceptar lo que sentimos, por qué lo sentimos, si nos hace bien o mal, y aprender a enfrentarlo y darle salida de manera sana, a fin de no repetir errores que perjudiquen nuestras relaciones humanas y que estas sean más fructíferas.

Razones como estas, añadió, hicieron que durante la pandemia fueran más solicitados los servicios de atenciones psicológicas, comenzando a normalizar también el acudir a terapia sin juicios, pues todavía hay quienes consideran que acudir con este tipo de especialistas es únicamente para personas con algún problema mental, siendo que el reconocer y cuidar las emociones propias debería ser tomado como ir a una consulta general o al dentista.

GC

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