La historia del actor mexicano Pablo Lyle con la justicia estadounidense ya tuvo un desenlace.Lyle fue sentenciado a cinco años de prisión y ocho en libertad condicional, resolución que tomó la juez Marisa Tinkler Mendez después de que esta audiencia fuera pospuesta varias veces en los últimos meses; pero en esta comparecencia definitiva se vivieron momentos que dejaron a quienes la presenciaron con un nudo en la garganta.En esta ocasión amigos y familiares tanto del lado de Lyle como de la familia de Juan Ricardo Hernández, quien murió a consecuencia de un golpe que el mexicano le dio por un percance de tránsito; pasaron al estrado para dirigirse por última vez a la corte, dando el testimonio sobre el carácter y personalidad del acusado, pero también de la víctima.El primero en pasar fue su cuñado Lucas Delfino, quien reconoció que el incidente se generó cuando él se le cerró a Juan Ricardo, pero aseguró que nunca esperó la reacción de Lyle y que se arrepiente de no haberla adivinado, y dirigiéndose a la familia del fallecido, les aseguró que el destino los unió de una manera muy trágica."Creo que fue el destino el que cruzó nuestros caminos ese día, he desistido en tratar de entender o de encontrar explicaciones, esto me ha atormentado durante años, pero fue la voluntad de Dios y probablemente tenía una razón para ello. Tengo la certeza que ninguno de nosotros tenía la intención de causar este nivel de dolor y sufrimiento. Espero desde el fondo de mi corazón que puedan encontrar paz, lo siento mucho, espero que comprendan que es un suceso que ha marcado nuestras vidas para siempre", dijo Lucas Delfino dirigiéndose a la familia de la víctima, sin que ninguno de sus miembros buscara contacto visual con él.La voz se le quebró al cuñado del actor, cuando aseguró que Pablo ha demostrado su arrepentimiento todo el tiempo. También su hermana Silvia Lyle tomó la palabra, asegurando que el fallecimiento de Ricardo Hernández sí los había marcado y el no reconocerlo sería inhumano, también comentó que Pablo se había derrumbado en varias ocasiones emocionalmente, pero en silencio había honrado la memoria de la víctima y aseguró a su familia que habían rezado por ellos, de manera sincera y no como un espectáculo, finalmente quiso dejar en claro que su hermano era un buen hombre."Solo a través del amor es que vamos a encontrar paz en nuestro corazón... pero la paz no la vamos a encontrar con dolor y con venganza", fue el mensaje que Silvia le dio a la familia Hernández entre sollozos, pero aunque ellos la escucharon no se conmovieron.Ana Araujo, la esposa de Pablo Lyle, también hizo su mejor esfuerzo por convencer a la juez de que las acciones del actor no fueron intencionales, les habló de la crisis de nervios que el padre de sus hijos tuvo cuando se enteró de la muerte de Hernández y que desde ese momento no dejaron de bendecir a su familia."Pensaba en usted señora Hernández y entendí mi papel en toda esta historia, de verdad que con el corazón roto rezamos por su corazón y por su paz. Yo sé que aquí yo no soy la víctima. Pablo nunca fue una persona violenta, por el contrario siempre fue conciliador, que siempre busca el bienestar de los demás, por eso esto que ha pasado fue impactante para todos nosotros", acto seguido Ana volteó a ver a su esposo y le dijo lo orgullosa que estaba de él, además de que ella sí ha sido testigo de su dolor y arrepentimiento, mientras Pablo Lyle la veía desde lejos y lloraba."Que este día le permita tener un cierre y cuando salgan de la corte lleven sosiego en sus corazones, porque este es el resultado de algo que se ha quedado conmigo siempre. Nadie habría querido que esto ocurriera, se ha perdido una vida de manera drástica en cuestión de segundos y por un puño... Lo siento, realmente lo siento desde el fondo de mi corazón, les ofrezco la disculpa más sincera que he ofrecido en mi vida... no hay nada que pueda hacer para traerlo de vuelta, lo siento mucho por él y por ustedes de todo corazón, Dios los bendiga", fue lo que Lyle expresó a la familia de Juan Ricardo Hernández en su turno para hablar.Juan Ricardo Hernández Fernández Jr., explicó que llevaban cuatro años esperando justicia para su padre, quien había hecho todo por llevarlo a él a Estados Unidos y hoy le tocaba corresponder defendiéndolo, porque personas que no lo conocían han hablado de él. También señaló que a su hijo, que en el momento de la muerte de su abuelo tenía tres años, no le podrán ocultar lo sucedido porque todo estaba en internet, entonces pidió que a Pablo Lyle se le aplicara la pena máxima.Aunque en los momentos donde daban cierto descanso a los presentes Pablo se mostraba sereno, no podía evitar voltear hacia el lado derecho de la corte, donde se encontraba su familia y entonces las ganas de llorar se reflejaban en su rostro.Finalmente después de recibir la sentencia Pablo Lyle permaneció tranquilo, no así su cuñado quien lloraba desconsoladamente desde su asiento, y aunque había tristeza entre los miembros de la familia del actor, cuando éste fue llevado por los custodios a la salida, sus seres queridos alzaron sus manos diciéndole adiós y lo mucho que lo querían.FS