El Conde Drácula es por mucho el vampiro más famoso en la cultura popular, y uno de los personajes de terror más referenciado en el mundo entero. Drácula es el protagonista de la novela que lleva el mismo nombre, escrita a finales del siglo XIX por el irlandés Bram Stoker, sin embargo éste está inspirado en alguien que existió hace casi 600 años: “Vlad el Empalador”. Vlad III fue príncipe de Valaquia (Transilvania, Rumania) entre 1456 y 1462, también conocido como Vlad Drácula. Su nombre -un rumano “Draculea” significa “dragón” o “demonio”, y fue tomado de su padre Vlad II Dracul. El apodo de “empalador” se le fue asignado años después de su muerte, haciendo referencia a su afición por el empalamiento como método de ejecución. Vlad es considerado uno de los gobernantes más importantes de la historia de Rumania, y pasó a la historia como uno de los personajes más sanguinarios debido a este método con el que “empalaba” a sus enemigos. Bram Stoker, autor de la novela “Drácula” se basó en algunos aspectos de Vlad el Empalador para la creación de su famoso personaje. Su origen (Transilvania) y nombre verdadero (Draculea), así como el aspecto “sanguinario” del famoso emperador. Sin embargo, la novela no tiene relación histórica con la vida de Vlad III. El famoso “Castillo de Bran” es uno de los mayores atractivos turísticos de Rumania, debido a la creencia popular de que perteneció a Vlad el Empalador en la Edad Media. Aunque no hay pruebas de que Vlad haya vivido en esta fortaleza medieval, actualmente es uno de los destinos preferidos por los turistas.A pesar de que la novela de ciencia ficción “Drácula” se haya inspirado en Vlad el Empalador sólo como punto de inicio, en la cultura popular, estos dos personajes siempre son relacionados. Una muestra de que la realidad muchas veces supera a la ficción. MR