Tras participar en festivales de cine en Río de Janeiro (Brasil), Los Cabos (BCS, México) y Varsovia (Polonia), la producción mexicana “Transición”, escrita y dirigida por el joven realizador Alejandro Torres Kennedy, llegó esta semana a las salas comerciales del país. En Guadalajara se puede ver en Cinépolis Centro Magno.Es la ópera prima para el director y con ella plantea y aborda la transición del viaje varado al viaje interno, con una protagonista que enfrenta sus propios fantasmas y otros que no lo son.De acuerdo con la historia, “Marie” (Marie Boutonnet), una mujer francesa que se preparaba para hacer un viaje por el Océano Atlántico con amigos, se ve atrapada en una solitaria marina sudafricana ante la implementación de la contingencia sanitaria para detener la propagación del COVID-19; así, aunque al principio todo parece pacífico y tranquilo, al avanzar los días de su aislamiento, la mujer pronto descubre que una presencia la acompaña en el lugar. En entrevista con EL INFORMADOR, Torres Kennedy señala que se siente “feliz y satisfecho” de alcanzar el estreno comercial, “y es difícil de creer, considerando las circunstancias en que se hizo la película, cuya factura es económica, comparada con lo convencional. Lo que deseamos es que la gente vaya a verla y consiga conectar con ella”.En estos términos, las “circunstancias” que originan el proyecto “son aquellas en las que me encontraba en marzo de 2020; volé a Sudáfrica para realizar un viaje en velero a Brasil, llevé una cámara para registrarlo y tener un recuerdo de esa oportunidad única. Pero comienza la pandemia; y días antes de zarpar, cierran puertos y todo se detiene”.De ese modo, se halló el director confinado en una Marina que es reserva natural, “donde conocí a Marie, una francesa que planea hacer también un viaje en velero. Decidimos entonces hacer algo creativo para combatir el tedio; y eso terminó convertido en lo que hoy es ‘Transición’. La intuición me dijo que había que tomar el mismo contexto pero cambiar la historia, pues éramos 12 personas en la Marina y, en la docuficción, la protagonista debía quedarse totalmente sola. Esto es, la trama se escribió mientras la hacíamos”. En cuanto al patrón estético de la cinta, Torres Kennedy establece que “lo que se intentó, con la imagen de los elementos naturales en derredor, fue tratar de utilizar la imagen como metáfora para expandir el contenido a través de la forma y no del discurso. Al tener un personaje, debíamos ser creativos para nutrir una producción larga”.Asimismo, hay una transición del blanco y negro al color, detalla el director, “y esa decisión se tomó en la posproducción; en un principio, quise hacer toda la película en blanco y negro, pero había elementos que quisimos compartir en la gran pantalla con las audiencias y, para hacerlo funcionar, dimos con el punto en la trama donde cambia la historia y la estética, para de ahí llevarnos al desenlace y la sorpresa”. Por otro lado, si algo fue demandante en el desarrollo total del proyecto fue “durante la posproducción, en especial en lo económico”, indicó Torres Kennedy, “en el principio, yo estuve financiando la película; y había que ir realizando los pagos poco a poco -diseño de sonido, mezcla de audio, corrección de color- y resultó arduo por cuestiones previsibles, pero tuve colaboradores muy comprometidos, que creyeron en la cinta y, ahora que la ven en estreno nacional, aprecian lo que conseguimos en imagen y sonido. El proceso fue lento, pero afortunado”.Gracias a estos resultados es que el joven cineasta piensa en continuar haciendo cine; destaca que “antes de comenzar a hacer la película, tenía el intención de escribir algo y parte de los propósitos al emprender mi viaje era para (idea romántica) escribir un guion. Así, esta cinta me ha dado la oportunidad de adelantar el proceso unos tres o cuatro años. Por eso digo que, en definitiva, pienso seguir en este camino, haciendo películas, con o sin recursos. ‘Transición’ ya me enseñó que se puede hacer algo decente con un micro presupuesto. Así que hay posibilidades. No es imposible, y es lo que deseo transmitir a quienes estudian cine, no deben olvidar que es posible (y ejemplos hay muchos)”. CT