Fueron cuatro marcas mexicanas las que unieron esfuerzos para hacer la línea más larga de hot-dogs, batiendo el récord anterior al llegar a 1464.06 metros, como lo comentó Raquel Assis, de Récord Guinness.La medición se extendió hasta las cinco de la tarde, hora en que la representante de los récords certificó la longitud exacta, además de haber comprobado previamente que todos los lineamientos se cumplieron. No es fácil romper un récord con estas magnitudes, pues es necesaria una logística precisa para alinear los panes en las dos grandes secciones de mesas conjuntas: sobre dichos panes un ejército de cocineros fue colocando las salchichas y los aditamentos.Durante el montaje de los panes y las salchichas (con el preparado de la mostaza y salsa catsup) los asistentes a la Calle 2 tuvieron muchas actividades recreativas para pasar el rato. El ágora del recinto albergó dos presentaciones musicales: primero el proyecto JotDog, comandado por la vocalista María Barracuda. Después vendría la nostalgia noventera con la llegada de Kabah al escenario. El quinteto vocal complació a sus seguidores con sus grandes éxitos.Otros tipos de esparcimiento eran para los más pequeños del hogar, en un área donde se combinaron juegos de puntería, una alberca de pelotas y otros juegos. Para niños de mayor tamaño se montó una cancha de futbol alternativo, con los participantes compitiendo dentro de una gran pelota. Los más arriesgados entraron al área de gotcha, vestidos con la protección para no manchar la ropa de la tinta en cada disparo.Roger González, quien condujo el evento, invitó a concursar a miembros del público para cantar a capella canciones de Kabah, luego de terminada la presentación del grupo. Tras la diversión las miradas se avocaron a la última medición, donde se definió la distancia exacta de la línea de hot-dogs.El momento era de júbilo cuando Raquel Assis entregó la certificación a los organizadores. Una botarga en forma de oso (emblemático personaje de una de las marcas) posó con el certificado, para luego dar paso a la repartición de los hot-dogs entre el público asistente, dando por terminada la jornada.