Lo abrupto del viaje a Washington del secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, ya lo presagiaba: Donald Trump está apunto de desatar una guerra en el comercio mundial.El presidente estadounidense dijo ayer que la próxima semana impondrá tarifas a la importación de acero y aluminio.Durante una reunión en la Casa Blanca con representantes de la industria siderúrgica estadounidense, Trump adelantó que las tarifas al acero ascenderían a hasta 25%, al tiempo que las tarifas a la importación de aluminio serían de 10 por ciento.“Lo firmaré en la próxima semana. Y ustedes tendrán protección por mucho tiempo. Ustedes tendrán que reconstruir su industria, es todo lo que estoy pidiendo”, le dijo a los empresarios.La imposición del arancel amenaza con desatar una guerra comercial con China, Canadá y la Unión Europea.En América Latina una medida de esa naturaleza impactaría especialmente a Brasil, que en 2017 representó 13% de las importaciones estadounidenses de acero, y México, responsable por otro 9 por ciento.Pero es Canadá, el mayor abastecedor de Estados Unidos en acero y aluminio. El Gobierno canadiense consideró “inaceptable” la determinación de Trump. “Canadá verá cualquier restricción al acero y el aluminio canadiense como absolutamente inaceptable”, apuntó el gobierno en una nota oficial, donde añadió que Canadá tomará “medidas de respuesta para defender sus intereses”.En México la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y el Acero pidió que “se responda de forma recíproca e inmediata” a la imposición de tarifas.La cámara apuntó que dejar a México fuera de semejante medida sería fundamental para “evitar una guerra comercial que afectaría las cadenas productivas de ambos países”.El miércoles pasado, Ildefonso Guajardo se reunió con su contraparte del vecino país del Norte, Wilbur Ross para tratar las acciones que Estados Unidos tomará respecto a las importaciones de acero y aluminio.La imposición de aranceles a las importaciones estadounidenses de acero y aluminio podrían tener efecto sobre la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), aseguró Moisés Kalach, coordinador del Consejo Consultivo Estratégico de Negociaciones Internacionales del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).Los temas del aluminio y el acero son sin duda relevantes, porque son parte de la materia prima para la fabricación de vehículos y ahí podría darse un riesgo para la regla de origen del sector y otros productos de manufactura que se tienen en la región, apuntó Kalach.No obstante, dijo, las mesas de negociación seguirán su curso. “La postura mexicana del sector privado, compartida con el Gobierno, es que estaremos en la mesa negociando”, insistió el empresario, al añadir que el equipo de México mantiene el optimismo para avanzar.
