No es la cuesta de enero. Ni siquiera es temporada de comprar útiles, pero a diario decenas de ciudadanos acuden a una de las sucursales del Nacional Monte de Piedad a empeñar sus bienes, pues los daños en su economía prevalecen a 15 meses del inicio de la pandemia.Teresa Ochoa se vio obligada a dejar sus joyas ahí desde hace un año. Perdió su empleo y a la fecha no ha logrado conseguir. Y aunque su marido sí conserva su trabajo, con un solo ingreso no les alcanza.“Tenemos desde el año pasado empeñando y desempeñando, empeñando y desempeñando... y así nos la llevamos”.Por sus bienes les prestaron siete mil pesos, pero el problema es que no han logrado reunir esa cantidad para sacarlos, por lo que han pagado en distintas exhibiciones ya cinco mil 400 pesos de intereses.En una situación similar está José Luis Santoy Orozco, quien vio reducidos sus ingresos por la mitad como cortador de acero. “En ratos iba un día, iba dos días... nos turnaban. No hay muchos clientes”.Él acudió a empeñar una cadena de oro por la que le prestaron 15 mil pesos al inicio de la pandemia, y desde entonces sólo va a pagar los refrendos.Felipe Rodríguez, fotógrafo, cedió su herramienta de trabajo en varias ocasiones pues, con la pandemia, las actividades donde él trabajaba se suspendieron. “No hay eventos sociales, no hay escuelas y tampoco hay fotos de identificación. Prácticamente se paró todo el movimiento”.El estudio Vigencia de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales durante la Pandemia de COVID-19 en Jalisco, elaborado por el ITESO, reveló que 51.5% de los hogares en Jalisco registró mermas en sus ingresos, principalmente por la pérdida del empleo o por la reducción de su jornada laboral.
