Martes, 17 de Septiembre 2024

Juan Carlos Mondragón: el arte de servir, aprender y evolucionar

El presidente de la Asociación de Hoteles de Jalisco comparte sus experiencias en la industria y su clave para emprender y mantenerse pese a la adversidad

Por: Gabriela Aguilar

El empresario cuenta con una experiencia de 39 años como hotelero. EL INFORMADOR/ A. Navarro

El empresario cuenta con una experiencia de 39 años como hotelero. EL INFORMADOR/ A. Navarro

Cuatro décadas dedicados a la vocación de servicio han hecho de Juan Carlos Mondragón Castañeda, presidente de la Asociación de Hoteles de Jalisco y Pro Secretario de la Asociación Mexicana de Hoteles uno de esos ejemplos de que emprender sí es posible sin importar las circunstancias. 

Como director general de MonByHotels, una empresa de diseño, desarrollo y operación para hoteles, así como para edificios de departamentos para renta de vivienda amueblada, aporta la experiencia que le han dado los años en la industria hotelera para asesorar y llevar de la mano a nuevos emprendedores para acelerar los procesos y minimizar los riesgos en sus proyectos, pues en sus propias palabras, una de sus grandes satisfacciones es: “Tomar un edificio en obra gris o en acabados y vestirlo, limpiarlo, ponerlo guapísimo y sacarlo al mercado a que nazca”

Evolucionar es otra de las grandes directrices en la carrera de Juan Carlos. Si bien formar equipos de trabajo, conocer gente que llega a la hotelería por primera vez y ayudarle en su desarrollo profesional, reconoce que ahora las nuevas generaciones, en la hotelería y en todas las industrias, tienen una lógica de vida diferente. 

Iniciar no fue cualquier cosa. Su inquietud lo llevó a todas partes. Originario de Puebla, su espíritu rebelde e independiente lo llevó a salir de casa a los 13 años y es ahí donde comienza la historia de esfuerzo, aprendiendo oficios varios hasta que la hotelería abrió su horizonte en Cancún.

Aprender y adaptarse

Descubrir para qué naces, encontrar tu misión en la vida es la clave para poder evolucionar. “Creo que en mis 39 años de hotelero ya me tocó ver y vivir tres generaciones. Me tocó empezar en 1984, en lo que llamamos la vieja guardia, con otra formación, gente muy estricta, muy cuadrada que decía ‘el café se toma solo, el coñac se toma solo, no se mezcla’, y no hablemos de los vinos. Una generación que hizo gran hotelería en nuestro país y que esos ejecutivos ya están retirados. Me tocó una segunda generación en donde los gerentes de los hoteles nos volvimos mucho más profesionales y separamos la vida personal de la profesional aunque esto es una vocación siempre, si no tienes la vocación del servicio difícilmente vas a poder estar en la hotelería, pero ahora de manera más profesional”.

La nueva generación que ahora llega a la industria hotelera, sobre todo post-pandemia tiene una visión muy distinta. “La gente es más relajada, busca más la igualdad, está mas preocupada por el medio ambiente, busca más un balance importantísimo entre la vida personal y el trabajo”. 

Las dinámicas cambian y eso también es parte del cómo se concibe la hotelería y los operadores de todas las áreas que forman parte de su médula espinal. “Mi trabajo es extremadamente importante para mí, trabajo seis días a la semana, 12-16 horas diarias; las nuevas generaciones no lo hacen, quieren trabajar lo suficiente para ganar lo suficiente para poder viajar, conocer, todo este tema que ha venido a desarrollar modalidades como el trabajo a distancia que no teníamos antes, que puedes trabajar no sólo desde casa, sino desde otra ciudad u otro país, los nuevos ciudadanos del mundo, generaciones multiculturales, políglotas. Adolescentes que hablan cinco idiomas, altamente tecnológicos que conocen las herramientas, hay un cambio brutal y me honro en decir que estoy viendo en mi vida profesional esa tercera generación no sólo de hoteleros sino de profesionales en mi mundo”. 

Sobrevivir y reinventarse

Aunque cuatro décadas de trabajo le han permitido superar altibajos y crisis económicas, la pandemia por COVID-19 significó un punto de quiebre. “Aprendí que nada es absoluto, todo es relativo. La pandemia si bien fue un tema muy difícil, controversial y triste para muchísimas personas en temas de economía, desarrollo o empresa, hubo dos mundos: las empresas hoteleras que ya estaban trabajando y sufrieron muchísimo hubo que pagar nóminas, servicios que seguían cobrándose. Por un lado querían mantener al mayor número de colaboradores posible y era muy costoso; por otro lado todos los desarrollos que apenas abrían o comenzaban -tres años después- se están retomando y están trabajando. Fue un reto enorme”.

Estrechar lazos, apoyar y ver partir socios y colegas también fue una parte importante. Como presidente de la Asociación de Hoteleros de Jalisco no sólo se trataba de números. “Fue trabajar muy fuerte de la mano de todos mis compañeros, trabajar en conjunto con el Gobierno del Estado, otras cámaras y asociaciones. Fueron dos años que exigieron mucho esfuerzo y para que los negocios no se acabaran. Fue muy complejo y triste. Elaboramos durante pandemia 192 esquelas en dos años”. 

Ver en primera persona cómo la industria a la que le ha dedicado la vida ha cambiado, con todas las experiencias a cuestas, le hicieron ver el futuro con otros ojos. “Entender que la vida es muy corta, pienso disfrutar mucho más de la vida. Si llego a los sesenta y medio trabajar menos y disfrutar más a mis amigos, a mi familia y a la vida”, concluye quien está convencido que el trabajo rinde frutos, pero que disfrutar cada minuto dedicado a eso para lo que nació, no tiene precio. 

www.monbyhotels.com

El secreto

Aprender de forma autodidacta y desde cero le ha permitido ensayar, equivocarse, corregir y avanzar, pero si algo tiene claro Mondragón Castañeda es que trabajar e invertir es la clave para cualquier emprendedor. “Tengo una filosofía que sigo desde hace muchos años: el 50% de lo que gano lo ahorro y en el futuro lo invierto; y si el 50% que tengo no me alcanza entonces busco cómo generar el doble de ingresos para volver a ahorrar e invertir. Es la única manera real de poder ser autosuficiente y poder hacer empresa. Ser dueño de tu tiempo cuesta mucho trabajo, es dificilísimo, pero si luchas, si tienes sueños, si crees en tus sueños y vas por ellos, si lo haces de la mano del ahorro sin duda se puede lograr. Eso de ahorrar el 20% me parece que está muy lejos de la realidad. La manera de que puedas lograr tus sueños es que te prepares mucho, estudies, ahorres el 50% de tus ingresos te den una cierta rentabilidad para que te den un nivel de vida que consideres que es el que quieres, necesitas o mereces”.

CT

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones