Los Juegos Olímpicos de Tokio 1964 exhibieron trenes bala, diseños futuristas y una nueva autopista, destacando la recuperación de Japón luego de la Segunda Guerra Mundial. Esa edición del certamen fue la primera que se vio a nivel internacional, lo que envió a la justa a una nueva era.En esta ocasión la capital de Japón tiene menos que probar cuando los Juegos arranquen el 24 de julio de 2020. Muchos de los escenarios están listos, Tokio cuenta con una abundante infraestructura y Japón es sinónimo de experiencia. Sin embargo, hay otras cuestiones: se prevén altas temperaturas, congestionamiento vial y en el tren subterráneo, altos costos, la preparación ante sismos y la escasez de boletos.De acuerdo con reportes, la demanda de entradas por parte de los residentes de Japón es por lo menos 10 veces más que la oferta. En el extranjero, los precios seguramente aumentarán en los mercados de reventa.Los organizadores han destrozado los récords de ingresos de patrocinio local, que han superado los tres mil millones de dólares, alrededor de tres veces más que cualquier otra edición. “El hecho de que se esté hablando tanto sobre no poder conseguir entradas es una señal, una representación del entusiasmo y la expectativa que mucha gente tiene hacia los Juegos”, señaló hace unos días la gobernadora de la capital japonesa, Yuriko Koike.Tokio no necesita que el Comité Olímpico Internacional (COI) construya infraestructura. Cuenta con una de las mejores del mundo. Presionada para justificar el gasto de miles de millones de dólares en esta justa, Koike describió los Juegos Olímpicos y Paralímpicos como un acelerador para hacer más cosas, incluso si la evidencia muestra contundentemente que trabajar bajo los plazos del COI eleva los costos.En Tokio se construyen cocho recintos. Los otros 35 están definidos como temporales o estructuras viejas que van a ser reutilizadas, algo que según los organizadores representó un ahorro de miles de millones de dólares.Para conmemorar el inicio de la cuenta regresiva, mañana serán presentadas las medallas olímpicas de oro, plata y bronce como parte de una jornada de ceremonias en diferentes puntos de la capital japonesa.Las más de cinco mil preseas que serán repartidas en la próxima justa veraniega estarán fabricadas de manera innovadora, ya que en 2017 el Comité Organizador dio a conocer una iniciativa en la que se buscó reciclar el metal de aparatos electrónicos como celulares y computadoras para poder hacer los metales que se entregarán a los ganadores de Tokio 2020.Como resultado de esta campaña, se lograron recaudar más de 30 kilogramos de oro, así como cinco de plata y tres de bronce.