Familiares y amigos del futbolista argentino Emiliano Sala clamaron ayer que no se interrumpan las tareas de búsqueda de la avioneta que lo trasladaba de Francia a Gales, cuyo rastro se perdió el lunes cuando atravesaba el Canal de la Mancha.“Sólo queremos que se busque con todas las herramientas hasta las últimas consecuencias”, declaró Martín Molteni, amigo del jugador, en una rueda de prensa en nombre de la familia Sala, rodeado por Horacio y Darío, padre y hermano del futbolista de 28 años.En Progreso, la ciudad de tres mil habitantes en la provincia de Santa Fe, 600 km al norte de Buenos Aires, donde habita la familia del jugador, aún hay esperanzas de encontrarlo vivo.“Que se haga todo lo posible, que Emiliano aparezca, que se instrumente todo lo necesario”, insistió y repitió como una letanía. “Nuestros esfuerzos están en encontrar el avión, todos nuestros objetivos son estar pendientes de cómo agilizar la búsqueda. Es esencial que la búsqueda continúe: queremos que quede bien claro cuál es la intención de la familia”.Sala, quien había firmado el sábado con el Cardiff un traspaso desde el Nantes por una suma según la prensa de 17 millones de euros, volaba junto a un piloto en una avioneta monomotor Piper PA-46 Malibu que desapareció el lunes sobre el Canal de la Mancha.Romina, la hermana del jugador, junto a su pareja y una amiga arribaron ayer a Europa, para dirigirse a la zona donde se concentra el operativo de búsqueda.El amigo de la infancia deploró la difusión de un audio atribuido a Emiliano Sala, enviado desde la avioneta y dirigido a un grupo de amigos en el que el jugador expresaba su temor de caer.“Era un mensaje privado que no tenía que pasar de un grupo, lamentamos su difusión”, dijo.Cada vez que regresaba de vacaciones desde Europa a Progreso, el pueblo de Argentina donde vivió hasta los 16 años, el futbolista Emiliano Sala pasaba a ser “Emi”, como en la infancia.“No era Sala el jugador, era Emi. Era uno más, andaba en bici, como cuando era chico”, cuenta Diego Solís, técnico del delantero entre los 13 y los 15 años en el club San Martín.Sala, desaparecido desde el lunes mientras volaba de Francia a Gales donde debía unirse al club Cardiff, de la Premier League, “se iba con los compañeros a jugar al campito, a la pelota, a correr, al boliche (bar)”, rememora con cierta tristeza uno de los formadores del jugador.“Todavía no nos cae la ficha (no asimilamos) de que le pasó esto, más allá de que de mi parte tengo esperanza”, sostiene Solís, que se atreve a imaginar un desenlace feliz del suceso.“Para mí ‘el Emi’ está, dentro de poco aparece y entra a la cancha en la Premier”, señala Solís.Sala, que en la Liga francesa se codeaba con estrellas como Kylian Mbappé, fue desde niño un delantero generoso, al servicio del equipo y no de sus goles.“Era solidario, no se empecinaba, jugaba en equipo, no se molestaba si tenía que dársela a un compañero”, cuenta Solís, que lo dirigió hasta su paso al centro de formación del Burdeos en la provincia de Córdoba.
