Las escuadras de los Chiefs de Kansas City y 49ers de San Francisco disputarán con equipos completos la edición LIV del Super Bowl, que se desarrollará mañana en el Hard Rock Stadium de Miami, Florida.De acuerdo con la Liga, los dos protagonistas que definirán al campeón en esta temporada 100 de la NFL tendrán disponibles a todos sus jugadores tras lo visto en las prácticas de ayer.En los Niners a inicios de semana hubo reporte de algunos lastimados, pero sin problema alguno el corredor Tevin Coleman (hombro), el linebacker Kwon Alexander (pectoral) y el profundo Jaquiski Tartt (costillas) estarán a disposición del head coach Kyle Shanahan.Sin duda que Coleman era la ausencia más sensible que podrían tener los gambusinos para encarar a los Chiefs, tras su lesión sufrida en la Final de Conferencia contra los Packers de Green Bay, pero ayer hubo buenas noticias en el entorno de los californianos.Por Chiefs estaban tocados el tacle defensivo Chris Jones (pantorrilla), el ala cerrada Travis Kelce (rodilla), el centro Austin Reiter (muñeca) y el ala cerrada Deon Yelder (tendón de Aquiles), pero por tercer día en fila trabajaron a tope.De tal modo que el entrenador en jefe Andy Reid tampoco tendrá excusas para buscar el trofeo Vince Lombardi mañana, en un Super Bowl inédito en la NFL.Con todas sus armas se enfrentarán 49ers y Chiefs, en busca de su sexto y segundo anillos, de forma respectiva, en un partido en el que se prometen emociones y muchos puntos en el marcador.Aprender de uno de los mejores de todos los tiempos ha ubicado a Jimmy Garoppolo a un paso de escribir su propia historia.Poseedor de dos anillos de Super Bowl con los Patriots de Nueva Inglaterra, “Jimmy G” fue discreto en la obtención de ambos campeonatos, por lo que ahora busca ser el forjador de una corona más para una de las franquicias más ganadoras de la NFL.Para el originario de Illinois este es el momento ideal para quitarse de encima el estigma de haber sido el suplente de Tom Brady y unirse a la lista de los pasadores históricos de San Francisco: Joe Montana y Steve Young, los únicos que han hecho campeones a los 49ers.Y si logra ese tercer anillo en su carrera, no quedarán dudas de que Garoppolo guiará a buen puerto a los Niners en los próximos años.Manejador del juegoContrario a su rival de mañana, Jimmy Garoppolo no se caracteriza por ser espectacular, pero sí muy efectivo cuando se le exige.Prueba de ello es su actuación en esta Postemporada, en la que sólo ha tenido que lanzar en 27 ocasiones entre sus dos partidos disputados, pues la mayor carga de trabajo a la ofensiva se lo ha llevado el juego terrestre.Sin embargo, eso no resta su gran capacidad para mover el ovoide por el aire, pues en la temporada regular fue uno de los pasadores más efectivos al completar 69.1% de sus envíos aún sin contar con receptores que rompan esquemas.Eso sí, puede fiarse de las buenas manos de su ala cerrada George Kittle y de la adición de media temporada de Emmanuel Sanders, pero siempre apoyado por la explosividad de sus corredores y el buen trabajo de la línea ofensiva, lo cual ha facilitado su trabajo.Anillos millonariosPor ahora es raro pensar que alguno de los dos equipos del Super Bowl LIV ya mandaron hacer anillos de campeón, porque estas piezas llenas de joyas tienen mayor valor que el lote de playeras que se pueden desechar del equipo que no logró el título.Según la NFL, el costo promedio total del equipo para un estimado de 150 anillos del Super Bowl es de cinco millones de dólares (95 millones de pesos).Cuando los Patriots de Nueva Inglaterra vencieron a los Rams de Los Ángeles en el Super Bowl LIII, el dueño de la franquicia, Robert Kraft, entregó anillos con 283 piedras preciosas y con oro de 10 quilates.El costo fue de 36 mil 500 dólares (693 mil pesos), convirtiéndolos en los más caros que la joyería Jostens haya producido en ese momento, sólo para ser superados por los anillos otorgados por el Super Bowl 50 y el Super Bowl LI.El primer anillo ganado por los Packers, que sólo tenía una piedra preciosa, se hizo por un estimado de mil 500 dólares. Al año siguiente, los Packers ganaron el segundo Super Bowl, obteniendo un anillo valorado en mil 900.