La navegación tierra adentro se vio asociada a las rutas de tránsito, caminos necesarios para el trasporte y movilización de personas y mercancías, Thomas Calvo señala que el trasporte fue un elemento vinculador en ese periodo. El enlace que requería la región de la Nueva Galicia enfrentaba un complicado relieve orográfico agravado por una red acuífera de ríos y lagos.Los anchos ríos imponían un gran obstáculo para cruzar de un lado a otro, por la escasez de puentes en este reino, por lo que imponían al viajero y trasportista a navegar y vadear los ríos. El río Grande, el más largo y caudaloso de la Nueva Galicia debía ser cruzado en diferentes puntos de su longitud, además de otros ríos menores y arroyos. Mota y Escobar refirió que el río Grande no tenía puente de madera ni de piedra; por lo ancho que era el pasaje de él, se hacía en unas partes en barca, con maromas, en otras con canoas, chalupillas, en otras en balsas sobre tecomates, que son unas grandes calabazas, que guiaban los indios o más bien iban nadando asidos a la misma.En esta tercera parte se describen las chalupillas, los cestos, los tecomates solos, los zarzos y los zarzos con tecomates.El ingenio y la destreza para construir embarcaciones en Jalisco, tienes orígenes prehispánicos y una aportación de las artes de la construcción de naves española, lo que es ahora nuestro patrimonio cultural mestizo y jalisciense.