Lunes, 25 de Noviembre 2024
Cultura | DESDE EL PRISMA CULTURAL

Navegantes del pasado

Los anchos ríos de la Nueva Galicia hicieron necesarios diferentes tipos de embarcaciones

Por: María De Guadalupe Zepeda Martínez, Investigadora del Centro INAH Jalisco

Chalupillas, cestos, tecomates solos, zarzos y zarzos con tecomates; parte de la variedad de balsas. CORTESÍA

Chalupillas, cestos, tecomates solos, zarzos y zarzos con tecomates; parte de la variedad de balsas. CORTESÍA

Tercera parte

La navegación tierra adentro se vio asociada a las rutas de tránsito, caminos necesarios para el trasporte y movilización de personas y mercancías, Thomas Calvo señala que el trasporte fue un elemento vinculador en ese periodo. El enlace que requería la región de la Nueva Galicia enfrentaba un complicado relieve orográfico agravado por una red acuífera de ríos y lagos.

Los anchos ríos imponían un gran obstáculo para cruzar de un lado a otro, por la escasez de puentes en este reino, por lo que imponían al viajero y trasportista a navegar y vadear los ríos. El río Grande, el más largo y caudaloso de la Nueva Galicia debía ser cruzado en diferentes puntos de su longitud, además de otros ríos menores y arroyos. Mota y Escobar refirió que el río Grande no tenía puente de madera ni de piedra; por lo ancho que era el pasaje de él, se hacía en unas partes en barca, con maromas, en otras con canoas, chalupillas, en otras en balsas sobre tecomates, que son unas grandes calabazas, que guiaban los indios o más bien iban nadando asidos a la misma.

En esta tercera parte se describen las chalupillas, los cestos, los tecomates solos, los zarzos y los zarzos con tecomates.

  1. Chalupillas: Eran canoas monóxilas pequeñas ( Fig. 9 ) utilizadas para navegar en Chapala y el paso del río Grande por Ocotlán, según Mota y Escobar. Se trataba de unas canoas monóxilas pequeñas.
  2. Cestos: Se reseñaron como embarcaciones que tenían los indígenas para pasar el río Tizón en la Matatlán, según información de Fray Antonio Tello. Se trata de bejuco o juncia tejido para manufacturar un gran cesto (Fig. 10) que embijado de barro se hacía impermeable al agua y así se utilizaba para navegar en él.
  3. Tecomates solos: Los tecomates gigantes (Fig. 11) servían a los indígenas para contener cosas o niños pequeños cuando pasaban el rio Acaponeta, así lo indicó Mota y Escobar. El tecomate, guaje, pumpo o bules es el fruto de una enredadera llamada legendaria luncantanh, cuya forma puede ser lobular, acinturada o muy estirada (de la familia de la calabaza).
  4. Zarzos: Se utilizaban por los indígenas para pasar por el río Grande por Ixcuintla Nayarit, según fray Alonso Ponce. Los zarzos son esteras de madera rolliza, (Fig. 12) de varas o palos delgados amarrados unos con otros para dar una superficie plana. La madera rolliza proviene de árboles de crecimiento lineal o recto como los pinos y los pinabetes principalmente.
  5. Zarzos con Tecomates: El zarzo con tecomates con nadadores (Fig. 13) se utilizó para pasar el río Acaponeta, según fray Alonso Ponce. Los tecomates suelen sembrarse, están domesticados desde el periodo prehispánico, debido a su gran utilidad como contenedores o como elementos flotantes por guardar aire en su interior. Los zarzos son esteras de madera rolliza, de varas o palos delgados amarrados unos con otros para dar una superficie plana.

El ingenio y la destreza para construir embarcaciones en Jalisco, tienes orígenes prehispánicos y una aportación de las artes de la construcción de naves española, lo que es ahora nuestro patrimonio cultural mestizo y jalisciense.
 

Tapatío

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