Tras ocho años de no exponer en Guadalajara, José de Jesús Olivares retorna para presentar su más reciente colección “Fragmentos”, serie pictórica con la que este artista explora sus recuerdos de niñez y las modificaciones del presente, de esos recorridos a pie que lo cautivaron de la arquitectura de la ciudad, de esos episodios que han formado su vida, del ir y venir de su existencia y lo que lo rodea.La exposición que estará disponible durante un mes en la Galería Espacio Azul, del Centro de Educación Artística José Clemente Orozco (Cedart), es tan solo la primera entrega —de 20 piezas— del serial que José de Jesús Olivares plantea para llevar sobre madera y óleo esos fragmentos que lo han marcado dentro y fuera de la pintura.“Me gusta mucho caminar por los barrios de Guadalajara, nací en el barrio de la Capilla de Jesús, he vivido gran parte de mi vida aquí en el de Santa Teresita, me gusta ver cómo han cambiado, recordar mis caminatas rumbo a la escuela de niño, a la distancia veo esos cambios que se han generado en estos entornos, desde las fachadas de las casas, colores, también la población ha cambiado y eso me llama mucho, pero todo eso se queda en la memoria”.El artista puntualiza que sus interpretaciones sobre esos fragmentos de la memoria y la vida cotidiana del presente no se reflejan de manera idéntica en esta colección que apuesta por formatos grandes y mucho color, pero sin caer en la saturación de elementos.“Mi intención no es reflejar fielmente lo que veo, sino tomar esos fragmentos, esos pedazos que me interesan y sobre eso hacer mi composición, formas nuevas. En el color reflejo también esos juguetes que tuve de madera, hechos artesanalmente y eso también sigue en la memoria, recuerdo esos colores, que como mexicanos es algo que nos distingue y da identidad”.