La obra de teatro Amor, sexo... ¡Y mis papás!, bajo la dirección de Mauricio Cedeño, es una puesta en escena que se realiza los viernes de abril en el Teatro María Teresa, por lo que pronto terminará su temporada.En entrevista con Vanessa Arroyo, platica de esta obra basada en historias de mujeres reales así como algunos de los personajes que interpreta en esta puesta.Bajo el slogan una obra para mujeres que todos los hombres deben ver, la actriz explica que “es una obra divertida”, en la que participan “tres actrices en escena, quienes cuentan muchos relatos. Son distintos monólogos que hablan de historias reales, de mujeres que narran distintas cosas que marcaron su despertar sexual, su adolescencia. En esa etapa en donde empiezas a conocer tu personalidad y a forjar muchas cosas como individuo, y entre risas, lágrimas, mucho juego con el público y mucha reflexión, se llega a conclusiones”.Expresa que “es como una invitación a reflexionar sobre la mala educación sexual que casi siempre recibimos y que replicamos por generaciones, que a veces nos hace experimentar cosas que realmente son muy naturales en la formación de un ser humano, pero en muchas ocasiones se viven a través de ‘trancazotes’ de la vida, experiencias muy duras por no tener una comunicación más abierta o más honesta, al respecto”.Amor, sexo... ¡Y mis papás! Reflexiona sobre la creencia de que la sexualidad únicamente se trata de un acto sexual, y en realidad, agrega Vanessa, “la sexualidad implica desde el momento que naces, siendo hombre o siendo mujer, las diferencias que hay, que rol vas a desempeñar en la sociedad o qué se espera de ti, cómo nadie te habla de muchas necesidades emocionales que se deben de atender y de todas estas diferencias de personalidad, de carácter, e invita a replantear la comunicación y el papel que juegan los papás en esa formación”.Como actriz de esta puesta en escena, comenta que “se vuelve muy divertido porque hay juego con el público, improvisación entre las actrices y se crea una complicidad que hace que el público participe, se identifique, y a veces, se involucre al punto de gritar en la función o contar sus anecdótas, cada función es una experiencia”.Las actrices que participan y alternan funciones son Vanesa Arroyo, Andrea Alducin, Gloria Ramírez, Blanca Álvarez y Luisa Cortés, quienes interpretan diferentes personajes, narran muchas historias, con distintos temas que tienen que ver “desde que les gusta un muchacho por primera vez hasta cosas muy duras como jóvenes que se suicidan, adicciones, banderas rojas de violencia en una relación, que las ponemos sobre la mesa, sobre todo para que cuando vaya un chico en la adolescencia pueda tener más herramientas y un recordatorio, incluso hay una historia con mucha información distorsionada que reciben las amigas porque no se atreven a preguntar a sus papás, y de pronto, las amigas les dan una cátedra de instrucciones y vivencias que en realidad son completamente insanas y distorsionadas”.Amor, sexo... ¡Y mis papás! Está dirigida a un público desde pre-adolescente hasta adultos, “todas las historias son de mujeres y las actrices son tres mujeres, pero en realidad en ese transcurso de las historias también se representan a muchisimos hombres. Es como un tinte muy femenino en cuanto a que las mujeres nos expresamos con más facilidad, algo que también se cuestiona, esta toxicidad de los roles establecidos que a veces limitan tanto y que no toman en cuenta que todos somos seres humanos, con emociones que hay que expresar sanamente y aprender que no somos sexos opuestos, sino complementarios”.¿De quién es la obra?“De Mauricio Cedeño, nuestro director, quien tiene una hija y hace nueve años, ella iba a entrar a la adolescencia, él como director de teatro y como maestro de una secundaria, se topaba con muchas historias y le dio la inquietud de realizar un trabajo para que su hija pudiera verlo y prepararse él mismo (para esta etapa de su hija), entonces lanzó una convocatoria diciéndole a las mujeres, ‘escríbeme y cuéntame algo que haya marcado tu adolescencia y tu despertar sexual’, y le llegaron muchas historias. Hay una historia de una mujer que fue adolescente en 1963 y hay historias de ‘chavitas’ actuales, desde que su drama más grande era que el ‘chavo’ que les gustaba no les haciai caso, pero también historias de chicas que se embarazan a muy temprana edad y todo lo que tiene que enfrentar, o esta clásica rivalidad que a veces hay entre mamás e hijas, y pasamos constantemente de la risa al llanto, a la reflexión fuerte, muy contundente sobre dejar de replicar estas situaciones”.Sobre los monólogos o personajes que interpretas, ¿cuál ha sido el mayor reto de hacer esta obra?“Yo soy la que está desde el principio, me ha tocado todo el camino de la obra, el mayor reto es que pasas constantemente de un personaje a otro, de una emoción a otra, de un relato a otro totalmente diferente, pero hay mucha cercanía con el público. Habla de cuestiones tan personales que el público las recibe, se queda inmerso en la historia, y de pronto, se ven fuertes desde chistosas hasta ve a alguien que se pone a llorar incontrolablemente cuando hablas de violencia en el hogar o con la pareja, o esta ternura de la gente mayor cuando hablas de la adolescente en los sesenta y ves las reacciones, ves a los adultos cómo vuelven a esa etapa de la adolescencia en esos momentos de la obra y de gente vulnerable. Lo más dificil para mi es conectar con eso y seguir, porque si hay una cuestión emocional importante donde ves gente llorando y tienes que seguir a una historia que es muy comica y es controlar la variacion de emociones tan rápida, es dificil, pero muy interesante, enriquecedora y se crea una complicidad entre el público y las actrices”.¿Algo más que quieras agregar?“Que los esperamos, las funciones son los viernes a las ocho de la noche, que aprovechen esta obra que tiene nueve años y teníamos mucho sin dar funciones abiertas al público, casi todas las funciones que damos son privadas desde hace tiempo, entonces yo les recomiendo que vayan, la conozcan y estoy segura que van a querer regresar”.Teatro María Teresa (Cruz Verde 121).Viernes de abril, 20:00 hrs.$200. Boletos en las taquillas del teatro 90 minutos antes de la función, redes sociales o en línea.XM