El artista tapatío Juan Carlos Guerrerosantos participó en la octava edición del Festival de Arte Contemporáneo, realizado en Antofagasta (Chile). Para su décima edición el festival cambiará su nombre a Bienal del Desierto.El festival es en el formato de residencia, organizada por Saco (proyecto de Dagmara Wyskiel y Christian Núñez). Espacio Isla es la casa donde Guerrerosantos estuvo en residencia, junto con otros seis artistas internacionales, elegidos entre más de 270 solicitudes.Fue en la Galería Curro cuando se enteró de la existencia de esta residencia que “todos los años tiene un tema: el tema del año en que participé fue ‘Destino’. Apliqué porque tenía una pieza que hice, subí unas sillas al cerro, tomamos unas fotos. Están un poco basadas en la canción ‘All Along the Watchtower’ (escrita por Bob Dylan y popularizada por Jimi Hendrix). Tiene una crítica muy fuerte social de la gente que toma los recursos de otros, se los gastan y se aprovechan. Nace la cuestión de hacer la pregunta de quiénes somos para juzgar. Son sillas de jueces de tenis. ¿Por qué siempre está arriba, no en el mismo nivel?”La obra lleva el título de “Círculo compuesto”, e incluye cinco sillas. En Chile se colocó en un muelle histórico en Antofagasta: cuatro marcando un círculo, como una brújula, con la quinta saliendo un poco. “Es la quinta silla que ve hacia el horizonte: ese es el destino. Mientras haya vida, hay destino”.Fueron 15 días los de la residencia: “Fue muy bonito. Los artistas con los que trabajé, con quienes compartí residencia, me enseñaron muchísimo”, comentó el artista. Juan Carlos es el segundo artista más joven en estar en la residencia en los ocho años de realizarse, con 25 años de edad; además es el primer mexicano en ser seleccionado.Los otros artistas con los que estuvo en residencia fueron Stephanie Williams (Costa Rica), Marcos Temoche (Venezuela), Guillermo Vezzosi (Argentina), Anna Uścińska de Rojas (Polonia), Patricia Teles (Brasil) y Yuga Hatta (Japón). Algo que le reconocieron fue la escuela que tiene, con un perfil autodidacta. De su formación, platicó: “Trabajé con Octavio Abúndez, a quien le debo muchísimo”. Tanto en la residencia como en su formación, el intercambio y contacto con otros artistas estimulan el aprendizaje. Sobre su trabajo con Abúndez, agregó: “De ahí también aprendí de Alejandro Almanza, Gabriel Rico y Luis Alfonso Villalobos, con quienes compartí taller”. Igualmente, su formación universitaria en arquitectura ha apoyado su visión del arte: “El Iteso me ha dejado muchísimo”.En ese sentido, platicó: “Me encanta el estudio del espacio, la fenomenología y el contexto. Creo que no se puede hacer una obra sin saber qué hay alrededor de ella. Me encanta la materialidad, los colores, cuando la luz por alguna forma pega en una ventana con un vitral y cae en el espacio. Es un diálogo. Como al hacer una instalación. Me gusta mucho trabajar en el espacio público, eso me lo dio la arquitectura. Me gusta también los homenajes y las reinterpretaciones: hacer homenaje a quienes estuvieron antes de uno”.La experiencia en Chile fue también docente, pues impartió clases durante su estancia. El acercamiento con los más jóvenes sucedió también el día de la inauguración, pues hubo estudiantes de niveles medios: “Siempre iban conmigo. Creo que me veían más de su edad, más chavo que los otros artistas. Llegaban con más confianza a querer platicar”. Entre los próximos proyectos de Juan Carlos Guerrerosantos está uno en la Ciudad de México; para inicios de 2020 estará en Perú, exponiendo por primera vez de manera individual.