El autor jalisciense Jorge Fábregas (Zapopan, 1968) ha navegado en dos aguas de la escritura, al ir y venir entre la dramaturgia y la narrativa. Con ambas facetas reconocidas y premiadas, Fábregas platicó cómo decide el formato en el que contará sus ficciones: “Cuando tengo una historia me enfrento a cómo lo digo. La misma historia toma su camino, al drama o a la narración. Es por su extensión, profundidad, la relación de personajes: con eso elijo. Me puedo ir a uno u otro lado. Incluso he hecho de mis propias obras adaptaciones, generalmente de la narración al teatro (más que del teatro a la narración). Es como navegar en dos aguas, tienen convenciones distintas, un ritmo muy diferente. Cuando termino de hacer un texto dramático, pasar a la narrativa es difícil, ya con el ritmo y todo el asunto del teatro. Hasta ahora me ha funcionado, tengo premio nacional en teatro y premio internacional en narrativa, con la novela ‘La grieta’. Y publicaciones en narrativa, novela y cuento, y publicaciones en teatro”.Esta dualidad en la escritura creativa la ha tenido también en el teatro, al trabajar en medios de comunicación durante varios decenios: “Estuve en medios cubriendo teatro por muchos años: era algo parecido, ‘¿eres periodista o eres dramaturgo?’. Aquí ocurre algo parecido. Son ambientes distintos entre las personas también”.Sobre la inspiración de las obras, Jorge abundó en la creación de “Viaje de tres”, exitosa pieza que estaba programada para la apertura del Teatro María Teresa: “La historia viene de una situación muy personal, donde una persona muy querida se enfrenta a una enfermedad terminal, ya desahuciada por la medicina. En ese momento se enfrenta a decir ‘Bueno, puede haber otras opciones, puede haber otras alternativas’. Ese fue el detonante, los sentimientos de la situación”. “Viaje de tres” está a seis funciones de llegar a las cien representaciones: “Después de años de ver la obra y entenderla creo que se representan y condensan los temores y sensaciones que sentía por la situación. Eso es ‘Viaje de tres’, lo importante es la relación entre ellos, el descubrimiento de ellos mismos (propio y de los demás)”.A propósito de la inspiración de “Viaje de tres”, Fábregas comentó: “Evidentemente lo que escribo se nutre de las obras con la experiencia, me gusta basarme en la experiencia y la observación, la reflexión. Por ejemplo está ‘Mujer sin Vuitton’. Es una reflexión sobre lo femenino, porque el personaje es una mujer, pero también de la fragilidad de la masculinidad: aparece un personaje, el esposo de la protagonista.Aunque aparece muy poco, pero está también presente en esa debilidad masculina: no puede salir adelante, está totalmente preso en el patriarcado, pero ella es mucho más fuerte y empieza a salir. Hay experiencias y observaciones personales, en general así es. Creo mucho en eso para escribir algo que nos llegue, debe haber un interés intelectual pero también un interés emocional y anímico al escribir. Sin eso puede ser un encargo, publicidad, pero difícilmente llega a ser arte”.Otra obra de Fábregas que tendría funciones es “El destripadero veraz”, que estuvo programada en Puerto Vallarta este marzo (con el Grupo de Teatro Dionisio): “Ya la vi en Vallarta, tiene un montaje muy digno, la entendieron muy bien y tiene su propia propuesta con el director. Es una obra acerca de la prensa amarillista, pero extendido a la prensa en general: el interés que hay, la flojera o negligencia para la redacción, los intereses para tratar o no ciertos temas. Al mismo tiempo los personajes viven una especie de triángulo amoroso, fatal, donde los asesinatos que narran en su quehacer en su trabajo de periodistas de nota roja se trasladan a su propia vida. Es una comedia, también con sus capas de propuesta en la forma”.Jorge Fábregas abundó en las características que debería tener el teatro: “Debe tener fondo, varias capas de lecturas; pero al mismo tiempo que sea espectáculo, entretenido. Se puede hacer algo muy bueno, muy digno y que al mismo tiempo sea entretenido para una gran cantidad de personas, para no quedarnos en el panfleto de decir cosas muy profundas pero aburridísimas. Reflexión, profundidad, búsquedas de lenguaje y forma de expresarlo y espectáculo, para que todo eso entre. Así nos encontramos con distintos tipos de público: espectadores que probablemente se queden en la capa superficial, ‘Ah, sí, me reí mucho’, pero de todas formas entra un poco la reflexión y el tema de la forma en la que está presentado el texto, el montaje. A otros les llegará más el mensaje. No nos podemos quedar en una sola capa: un teatro que realmente apela al público debe perseguir estas tres etapas: búsqueda, profundidad y espectáculo”.Del público, el escritor comentó: “Empecé a seguir el teatro muy de cerca, en periodismo, hace casi treinta años. Puedo decir como observador de obras y de público que acude que hemos mejorado: hoy en día, aunque parezca mentira, hay más público que hace treinta años. Por lo menos en el teatro independiente, en obras que tengan esta característica de búsqueda (que no sean montar ‘La Cenicienta’ o ‘Vaselina’ en su edición cuatro mil). Hay más público. Creo que ha contribuido los graduados de las escuelas de teatro: si bien no todos se dedican a hacer teatro sí a muchos de ellos se les sembró la semilla del teatro y son público. ¿Cuál es la deuda? Hacer buen teatro, más que temas o buscar formatos creo que lo principal estaría en tener un buen producto y tener una buena producción, en sentido artístico”.Entre las publicaciones de Fábregas están los libros “Gatos de Tlaquepaque”, “Teatrín Teatrón”, “El último árbol”, “Nube naranja amarilla”, “La grieta”, “Polvo, sudor y goles” y “Comunidad Minotauro & Leoncitas”, además de la dramaturgia de “Viaje de tres” y obras incluidas en los libros colectivos “Dramatis sanguis” y “Dramatis cardium”.