Los escritores Jorge Volpi, Gonzalo Celorio y Antonio Soler participaron en la mesa de diálogo Las literaturas nacionales frente al mundo, dentro de las actividades de la Bienal de Novela Mario Vargas Llosa, en su tercera edición. Por su novela Sur (Galaxia Gutenberg) Soler es uno de los cinco finalistas del certamen.Tras las palabras del moderador, Raúl Tola, Antonio tomó la palabra dentro de la Sala 2 del Conjunto Santander de Artes Escénicas. Para tratar de responder la pregunta de qué hace a una novela universal, el escritor comentó que "una novela conquista territorios que han estado en la penumbra". Para el autor, el arte es el camino del descubrimiento para hacer visible lo que está velado: "El autor camina por un camino desconocido hasta ese momento".Posteriormente Gonzalo Celorio debatió sobre el calificativo de "universal". Como ejemplo citó a dos mexicanos, jaliscienses: Arreola y Rulfo. Del primero recordó cómo fue calificado de cosmopolita, aunque ahora casi sólo se lea dentro de México. El segundo, con temáticas rurales, alcanzó la así llamada "universalidad" con múltiples traducciones a los pocos años de haber publicado sus dos únicos libros. Gonzalo sugirió que se puede conocer mejor el campo mexicano a través de Pedro Páramo y El llano en llamas que otro tipo de textos.Jorge Volpi comenzó por detallar el concepto de "nacionalismo", que nació junto con el romanticismo alemán alrededor de 1800. La época coincidió con las independencias en América Latina, por lo que el término cobró mayor relevancia. En los países latinoamericanos, particularmente en el arte, devino la discusión entre lo cosmopolita y lo nacional. Volpi citó a Jorge Cuesta (escritor cuya vida Volpi noveló en A pesar del oscuro silencio): el poeta se defendió de las críticas por su poco "nacionalismo" al recordar la paradoja de que el propio concepto provenía del extranjero.Ya con el diálogo abierto, el tema de la universalidad refirió también al mercado. En el mundo editorial, apuntó Antonio Soler, si se homogeniza se tiende hacia la banalización, en pos de las ventas. Como ejemplo citó a los youtubers convertidos en poetas: en su natal España coincidió en una librería con una presentación de un libro de un youtuber: "No tenía nada que ver con la poesía, ni siquiera con la canción ligera", dijo. Gonzalo Celorio recordó otro caso que sucede en el mercado editorial en español, que a pesar de contar con dos grandes empresas trasnacionales, se tiende a que ciertos libros sólo se imprimen y distribuyen en una región.Conforme la conversación avanzó la ideología se hizo presente, con variantes: el valor de las "novelas de tesis" (o novelas de ideas), los escritores comprometidos y los autores con puntos de vista polémicos (que no necesariamente los exponen en sus ficciones). Celorio fue categórico: "La novela se caracteriza por no demostrar nada, y sí mostrar todo... La literatura no resuelve el conflicto que la origina, pero sí lo expone". Soler rememoró al Premio Nobel noruego Knut Hamsun, buen autor pero nazi y antijudío (características no expresadas en sus novelas célebres).Hacia el final de la plática, los mexicanos Celorio y Volpi coincidieron en que la "literatura latinoamericana", como un todo, parece estar pasada de moda. El español Soler bromeó: "Bueno, la situación en España es tal que nosotros pensamos que los que estáis de moda son los que están de este lado".El Conjunto Santander de Artes Escénicas recibe este miércoles 29 de mayo otra jornada de la Bienal de Novela Mario Vargas Llosa, a partir de las 10:00 horas. Alberto Ruy Sánchez, Manuel Vilas, Mayra Montero, David Toscana y Héctor Aguilar Camín son algunos de los participantes.JM