Luego de ser la primera artista mexicana en recibir en enero pasado el premio “International Leonardo Da Vinci-The Universal Artist” en Italia, la pintora jalisciense Karla de Lara ya se prepara para regresar a ese país con dos proyectos distintos: la Bienal de Venecia y el Festival de Cine de Sicilia. Cabe señalar que la relación que tiene Karla con Italia es muy cercana, pues estudió en Florencia, en la Academia de Bellas Artes.“Estuve en la Bienal de Florencia en octubre (de 2017) y a raíz de ella se fueron desencadenando cosas. He hecho mucho mi carrera fuera de México; sobre todo, en un principio todo era Estados Unidos, Europa y Medio Oriente y lo había descuidado un poco porque los últimos años me dediqué a hacer más carrera aquí”, comenta en entrevista.“Ahora que regresé y a raíz de mi exposición en la Bienal, me invitaron a ser parte de los que iban a ganar el premio Leonardo Da Vinci. Soy la primera mexicana en obtenerlo, regresé en enero a recibir el premio y ahora que lo tengo, me acaban de invitar a la Bienal de Venecia, voy en marzo. También tengo una representante para Europa y con ella voy a hacer varias exposiciones en París y Londres; además, haré un mural en el festival de cine de Sicilia en julio; aunado a lo anterior, voy a tener una exposición allá, también”.Este premio Leonardo Da Vinci le fue entregado en reconocimiento a su trayectoria. En la Bienal de Venecia, Karla va a presentar dos piezas, las dos serán la misma imagen, pero en dos técnicas, distintas: “Muchos artistas tienen un estilo y no se salen de ahí, yo no, yo hago muchas cosas diferentes, pero trabajaré en dos de los estilos que más manejo, uno es como lo que hago en retrato. En Europa los críticos dicen que soy la madre del arte pop hiperrealista, pero en esta ocasión no trabajaré un rostro, sino una ciudad, como un escenario de Venecia, y ese mismo escenario lo voy a presentar en tintas y ceras que es una técnica que yo inventé, tratando de emular los efectos que conseguí en la acuarela porque fui haciendo muchos experimentos con materiales diferentes hasta que llegué a esto”.En Sicilia, el festival de cine se realiza en una comuna llamada Mussomeli donde todas las personas se visten de época para recrear la década del cine a blanco y negro. “Voy a pintar un mural y presentar una exposición que va a constar de unas 12 o 15 piezas, todas en relación a este mood del cine antiguo”.El próximo martes, Karla viajará a la Ciudad de México porque hizo un cuadro para la Cumbre de Comunicación Política; el 10 de marzo de nueva cuenta estará en CDMX porque será reconocida con otro galardón llamado Royal Crown to Excellence y le será entregado en el Hotel Barceló.Actualmente Karla se alista para trabajar un libro de arte que presentará en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL). Además, tiene una sala elite en el aeropuerto de la Ciudad de México con su nombre y en ese espacio se exhiben sus cuadros, mismos que se podrán ver en dos salas más de la Terminal 2 y que serán inauguradas este año. A lo anterior se suma que la jalisciense es embajadora de marca de Bentley.Karla tiene la capacidad de hacer retratos de manera muy realista, pero no le gusta el realismo; sin embargo, es amante del arte pop, “lo que yo empecé a pintar de arte pop –que es por lo que más se me conoce en el mundo– era arte pop sencillo. Entonces, de alguna manera siempre me voy exigiendo más y me decía ‘esto es técnicamente fácil, no me representan ningún reto’ y lo fui llevando al realismo. Entonces, todos mis retratos de lejos parecen una foto, pero cuando te acercas te das cuenta que es una serie de manchas como el principio básico del arte pop, por eso me llaman hiperrealista”.Con respecto a ser reconocida, subraya la artista que siempre ha sido más valorada fuera de México: “En el extranjero he recibido muchos premios, en México un par de cosas. Pero yo pienso que eso es normal, también tiene mucho que ver que en este país hay muchos artistas muy buenos, hay una gran cantidad en Guadalajara, más que en otro lado; entonces, hay una competencia titánica. Yo por eso trato de salirme de lo convencional y hacer cosas diferentes; salgo de los parámetros, de lo que la mayoría de los artistas puristas de caballete de Jalisco consideran arte”.Karla está casada con Juan Carlos Fernández, quien es su representante y con quien tiene dos hijos, Juan Carlos de 15 y Emilio de ocho años; éste último involucrado también en la pintura; incluso, ya teniendo sus propias exposiciones en Huixquilucan, en el Estado de México. El arte siempre ha estado presente en la vida de la artista; pinta desde los cuatro años de edad: “Mis papás me metían en todas las clases que tenían que ver con pintura, diseño, fotografía. Después, estudié diseño gráfico e industrial; hice la maestría en artes plásticas”.El taller de Karla se encuentra en Tonalá, son dos mil metros de espacio donde trabajan con ella aproximadamente 12 personas entre carpinteros, laqueadores, herreros y pulidores. Su taller lo cambió a este municipio porque necesitaba un lugar más grande; llegó a él a partir de la exposición Rosa Fest, las rosas gigantes adornaron Guadalajara en la temporada de los Juegos Panamericanos.“Yo diseñé la rosa en otro taller que tenía antes, hicimos dos mil 500 de souvenir, todas las pinté yo; de las rosas grandes pinté como 10 junto con otros amigos y conocidos”. Luego de este proyecto, llegó el Mayan Parade: 110 cabezas gigantes, que ahora también están resguardas en su taller.“Yo veo la carrera en el arte como una empresa y han manejado mi nombre un poco como una marca, como una empresa; quiero que el producto terminado sea perfecto y para que lo sea, soy muy meticulosa. Entonces, yo hago mis marcos, aquí laqueamos, pulimos; hago mis moldes, tengo herrería y hornos, hay todo un control de calidad”.