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Teatro para los más pequeños

El Festival Internacional de Teatro para los Primeros Años (FITPA) finalizó, pero un par de las compañías participantes continuarán con funciones y cuentan su experiencia en este género teatral  

Sin reglas. El teatro para bebés se cuestiona todas las convenciones del teatro para jóvenes y adultos.
Actores. Lograr la ficción lúdica requiere de un entrenamiento específico.
Diversión. La ficción utilizada en este tipo de teatro, se asemeja a la ficción lúdica que utilizan los niños al jugar.

La última semana de junio se realizó la tercera edición del Festival Internacional de Teatro para los Primeros Años (FITPA), una iniciativa de A la Deriva Teatro, compañía jalisciense enfocada en este tipo de teatro. Además de las funciones para los niños, el festival es también un punto de encuentro para los profesionales que se dedican a producir obras cuyo público es la primera infancia.

Durante su paso por la ciudad, platicamos con un par de creadores para que nos compartieran sus experiencias. Por parte de la compañía Teatro al Vacío, José Agüero nos contó de sus actividades dentro de FITPA: “Estuvimos en un taller, lo dimos junto a otros compañeros de la Red Latinoamericana de Creación Escénica para los Primeros Años. Estuvimos dando un taller para jóvenes creadores con interés de trabajar en la primera infancia”.

Teatro al Vacío presentó un par de obras para niños de 0 a 3 años y de 3 a 6 años. La compañía ya tiene 11 años. Junto a José, otro impulsor de Teatro al Vacío es Adrián Hernández: “Empezamos trabajando para niños de 3 a 6 años. Hay muy buen teatro en México, pero se ofrece con propuestas para niños mayores de 6 años”.

“Mundo secreto” fue su primera obra: “Con esa obra íbamos mucho a kínders, a ese tipo de espacios donde empezaron a llegar niños más pequeños: fue un cuestionamiento. Esa obra no estaba pensada para ese público, ¿cómo sería hacer obras para menores de 3 años? Empezó el trabajo de investigación y en el 2012 estrenamos una primera obra para niños de 0 a 3 años. Ya llevamos cuatro producciones para ese rango de edad, y otras cuatro para niños de 3 a 6”. Parte del éxito con los pequeños es que su propuesta parte de lo físico, del movimiento: “Es un lenguaje que puede dialogar con ese público”.

La ficción lúdica

Para Agüero, los retos de hacer teatro para la primera infancia han sido varios: “Primero que para este público lo que se requiere es un trabajo de honestidad en escena, que implica una presencia sin ningún tipo de máscara ni imposición. Para los actores que estamos formados en representar, en ser otros en escena, eso es un primer reto: ser quienes somos en escena con la posibilidad de comunicarnos con el otro. Se genera la ficción, relacionada con lo que generan los niños cuando juegan. Esa ficción lúdica es un trabajo muy específico, requiere un entrenamiento. Luego este público hace que uno se cuestione todas las reglas o convenciones del teatro. Se abren posibilidades, se cruzan los lenguajes para generar otras propuestas, otros acercamientos con el público, otros formatos. Eso es interesante, nos enriquece en cuanto a lo que puede ser el teatro. Es importante también. La importancia es que los niños tienen una capacidad para entregarse a la experiencia, un asombro frente a todo lo que sucede en esa experiencia estética”.

Este año, Teatro al Vacío ha comenzado proyectos de coproducción con varias compañías, tanto nacionales como extranjeras: “Es enriquecedor el encuentro con otra gente que hace teatro para la primera infancia. Hay mucha apertura de compartir experiencias. Es una manera de crecer y ampliar la estética propia, las reflexiones”.

Al Norte del país, Teatro de Espiral ha realizado sus actividades con Michelle Guerra al frente de la compañía. Con sede en Tijuana, Michelle imparte clases en la Licenciatura en Teatro de la Universidad Autónoma de Baja California. En el 2009 comenzó a impartir la materia de teatro para niños, en la que se trabaja para una audiencia de los 0 a los 12 años. Iniciaron también un festival: Semana de  Teatro Para Niños, Baja California, dedicado a niños de dicho rango de edad (en septiembre será otra edición del festival).

Jugar con valores

Una de sus producciones, que presentaron en Jalisco, es “Casa Caja: Quien vive aquí”. Se trata de “Jugar con las cajas como si fueran casa. De allí se forma una pequeña comunidad de padres de familia y de niños. Un poco nos confronta con nuestra manera de criarlos y la inclusión o no inclusión de maneras distintas de crecer. Los niños están expuestos entre ellos a muchas cosas, en otros espacios: escuelas, parques. Es un ejercicio de reflexión con base en valores como solidaridad. Los niños siempre lo demuestran más fácil que un adulto”. “Casa Caja” es también la historia de dos personajes que se encuentran: al principio no es fácil colaborar, pero se dan cuenta de que deben ayudarse para tener un espacio para vivir.

Para Guerra, el reto ha sido buscar los apoyos y espacios públicos: “La resistencia está en las instituciones que tienen como meta una cantidad de público a atender. Pero el formato de las obras no permite, por la dinámica, que estén más de 20 o 30 niños por función. Son las características. Es tan nuevo que en las dinámicas de números de las instituciones no le ven sentido en invertir en una obra con tan poca cantidad de afluencia. Miden cantidad y no calidad. Eso ha sido un reto: convencer que es importante respetar para que se lleve a cabo una función de teatro para la primera infancia. Cada obra está diseñada para atender a una cantidad de público. Les cuesta trabajo acatar esas condiciones”. En contra parte, el público sí ha tenido una buena aceptación para estos espectáculos: “Los padres de familia han recibido con mucho entusiasmo ese formato, es también descubrir que sus hijos pueden ser espectadores. No se trata sólo de guiarlos: tienen su propio proceso de aprehender el mundo”.

La producción de sus obras va en contra de una imagen estereotipada del teatro para niños: “Es otra idea de lo que es la infancia: se pensaba que tenían que ser obras de colores estridentes, con música, gente cantando toda la función. Es una idea infantilizada”. Entre sus próximos proyectos está presentarse en San Luis Potosí, Ciudad de México y Mérida. También harán una residencia en la península de Yucatán.

Como docente, los conocimientos que Guerra comparte surgen de su proyecto de maestría: la metodología para la creación escénica enfocada en los primeros años. Con esa metodología ha impartido talleres para creadores en varios lugares de México.

¡Conoce el teatro para bebés! 

Aunque ya terminó el festival (FITPA), el teatro para la primera infancia continuará en la cartelera tapatía. Para estar al tanto de las próximas temporadas de A la Deriva Teatro visita su página web (www.aladerivateatro.com.mx) o sus redes sociales. 

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