Jalisco

Vivir con diabetes a los 18 años de edad

Ante los malos hábitos y las causas hereditarias, cada día se reportan más jóvenes con esta enfermedad

Zujey Álvarez estaba en el primer semestre de su carrera cuando decidió acudir al doctor. Tenía tiempo sintiendo falta de apetito, una sed incontrolable y la pérdida de peso. El médico general le mandó a hacer estudios y su primera teoría era diabetes infantil, la cual confirmaron los resultados en los exámenes.

“Al inicio sí me cambió la vida, piensas lo peor, sobre todo porque desde el primer día me empecé a inyectar insulina. El doctor me dijo que tenía que seguir ciertas instrucciones, como hacer ejercicio y llevar una dieta baja en azúcares y más balanceada”.

"Estoy controlada, me inyecto una vez al día la insulina y nunca he tenido complicaciones. Claro que me dijeron todas las consecuencias que puedo tener, pero yo me siento muy bien".

El diagnóstico de Zujey fue diabetes mellitus tipo 1, la cual requiere de una o más dosis de insulina todos los días. “Lo que a mí me explicaron fue que mi páncreas dejó de funcionar, no fue por malos hábitos ni por genética, sino como algo que estaba mal en el páncreas que lo hizo dejar de funcionar”.

Hoy, después de ocho años de tratamiento, ella confiesa que continúa haciendo las cosas que le gustan y comiendo de todo, aunque, algunas cosas, en pequeñas cantidades.

“Estoy controlada, me inyecto una vez al día la insulina y nunca he tenido complicaciones… claro que me dijeron todas las consecuencias que puedo tener, pero yo me siento muy bien”.

Zujey terminó su carrera y se encuentra ejerciendo, reconoce que hay ocasiones en las que se cuida menos que otras, pero que siempre trata de tener un equilibrio, ya que no le gustaría enfermar realmente por el padecimiento con el que vive.

“Yo les diría a los chavos que les detectan que no se asusten, lo importante es saber cuidarse ellos mismos. Yo hago mi vida normal, con ciertas precauciones”.

SIN SÍNTOMAS EN LAS PRIMERAS ETAPAS
Con una complicación, tres de cada 10 pacientes

La diabetes y la hipertensión arterial son dos enfermedades silenciosas que, en sus primeras etapas, no presentan síntomas, lo cual ocasiona que muchos de quienes las padecen se den cuenta hasta que tienen una complicación seria, que en el caso de la primera puede ser el daño renal y, de la segunda, un infarto.

Es por eso que el sistema de salud pública intenta detectar a los pacientes con la toma de la presión arterial y una prueba rápida de glucosa en sangre. Pero, además, se intenta detectar en edades más tempranas, ya que la diabetes, debido a los estilos de vida poco saludables que se llevan en la infancia y adolescencia, se está presentando en menores.

“Normalmente hacemos detecciones a personas de 20 años y más, pero Jalisco es de los pioneros en estar haciendo detecciones en adolescentes, porque el patrón de presentación de la enfermedad se ha ido modificando por el sobrepeso y la obesidad, que son los detonantes”, apunta Alberto Ocampo Chavarría, coordinador estatal del Programa de Diabetes y Riesgo Cardiovascular de la Secretaría de Salud en Jalisco (SSJ).

"Normalmente hacemos detecciones a personas de 20 años y más, pero Jalisco es de los pioneros en estar haciendo detecciones en adolescentes".

Aunque el porcentaje de enfermos menores de edad es muy bajo —sólo un uno o dos por ciento de quienes tienen diabetes tiene menos de 20 años—, el que se esté modificando el comportamiento de la enfermedad es preocupante para las autoridades, ya que estos pacientes corren el riesgo de presentar complicaciones si no son tratados entre los 30 y 40 años.

“De cada 100 pacientes, en general, que sufren la enfermedad, 14 presentan un daño renal crónico, el 30% llega a tener pie diabético, que es la primera causa de amputación, no traumática, en el país, con 70 mil amputaciones anuales. El 10% presenta neuropatía, que es la pérdida de la sensibilidad en algunas partes del cuerpo. Y dos de cada cinco desarrollan ceguera o algún problema en la visión y tienen el doble de riesgo de presentar infartos al corazón”, asegura Ocampo Chavarría.

Así que mientras la Secretaría de Salud en Jalisco se enfoca en las escuelas y centros de salud, el IMSS acude a las empresas a hacer detecciones masivas, además de realizar las pruebas a todos aquellos que acuden a su consulta de medicina familiar.

Una vez diagnosticados, los enfermos de diabetes e hipertensión son reeducados en sus estilos de vida, con la finalidad de que su padecimiento no siga avanzando y no lleguen a presentar ninguna de las complicaciones.

“Muchas personas a las que se les detecta diabetes e hipertensión lo ven como algo catastrófico, porque han sabido cosas malas de pacientes, pero eso, no necesariamente, tiene que pasarle a alguien que tenga diabetes, mientras se esté controlado y cuidado no tiene que haber complicaciones”, subraya Silvia del Carmen Valencia Espinosa, coordinador auxiliar médico en Salud Pública del IMSS en Jalisco.

Los expertos recomiendan a la población en general, pero sobre todo a quienes tienen sobrepeso, obesidad o algún pariente cercano con cualquiera de estas dos enfermedades, acudir a su unidad de medicina familiar o su centro de salud a realizarse los exámenes correspondientes, por lo menos, una vez al año.

Los malos hábitos alimenticios a edades cada vez más tempranas son un factor de riesgo importante. EL INFORMADOR/ARCHIVO

TESTIMONIO
“Que le crean al médico”

Martha Pérez tenía problemas en la matriz, por lo que en el IMSS le dijeron que tendrían que retirar el órgano. Dentro del protocolo preoperatorio se realizó unas pruebas de sangre, en las cuales su glucosa se encontraba alta, por lo que su médico le mandó a hacer la misma prueba cada mes (durante medio año).

“Me dijeron que era diabética, pero que mi azúcar no estaba muy elevada, así que con pura dieta me iban a tratar. Pero yo siempre fui muy azucarera y ni creía que tuviera enferma porque yo me sentía muy bien. Así mi azúcar fue subiendo, hasta que mejor me dieron medicamento”.

Martha tiene 20 años viviendo con la enfermedad y asegura que nunca ha tenido una complicación relacionada con ésta, “si acaso los dolores de mis pies, pero es también porque uno ya está viejo”.

Hace unos años, el Instituto Mexicano del Seguro Social implementó el programa DiabetIMSS, por el cual ella está muy agradecida. “Entonces fue cuando empecé a cuidarme, porque primero me habían dicho que ya no podía comer nada. Pero ahí me enseñaron que puedo comer de todo, pero poquito, cómo funciona mi páncreas y cómo lo puedo manejar yo, a qué debo estar atenta y todo, así que ya me enseñé a comer y a hacer ejercicio”.

Su papá murió de diabetes mellitus tipo 2, que es la que ella padece. Lo recuerda y asegura que no tiene miedo de las complicaciones, aunque le gustaría retrasarlas todo lo que sea posible.

“Mi papá se cuidaba mucho y aún así se quedó ciego y perdió una pierna. Yo nunca me he sentido mal, pero estoy consciente de que en cualquier momento puedo padecer algo de eso. Lo que sí les diría a las personas es que le crean al médico, aunque no sientan nada y que se cuiden como ellos les dicen… así vivir con diabetes no es pesado”.

Murieron seis mil 243 jaliscienses en 2016 por este padecimiento

Martha Pérez tenía 38 años cuando le dijeron que era diabética. Le detectaron la enfermedad gracias a unos estudios en la sangre que necesitaba para someterse a una cirugía. Los factores que desencadenaron su enfermedad fueron sus hábitos alimenticios, pero sobre todo su carga genética, ya que su padre murió de diabetes.

“Al inicio yo no hice caso, a mí no me dejaron ver los estudios y como me sentía bien, pues no les creí. Pero ya después sí me empecé a cuidar, ya cuando el doctor me dijo que necesitaba medicina, me acordé de mi papá y empecé a cambiar lo que comía. También inicié con el ejercicio”.

Ella es una de los 600 mil jaliscienses que viven con diabetes, a los cuales, cada año, se suman 30 mil casos nuevos. A pesar de ser uno de los Estados con más detecciones anuales, debido a la cantidad de habitantes, según la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut), la prevalencia de la enfermedad se encuentra por debajo de la media nacional con sólo 6.18 enfermos por cada 100 mil habitantes.

Sin embargo, es un tema que preocupa a las autoridades, ya que es la primera causa de muerte, tanto en el Estado como en el país. Tan sólo en 2016, según información de la Secretaría de Salud en Jalisco (SSJ), seis mil 243 jaliscienses perdieron la vida por esta enfermedad. Además, según estimaciones de la Encuesta, a México la diabetes le cuesta alrededor de tres mil 872 millones de dólares.

Es por eso que el sector salud intenta reducir los casos, con campañas de prevención y control de sobrepeso y obesidad, ya que está demostrado que son los principales factores de riesgo para que la población desarrolle diabetes o hipertensión, la cual también es una de las primeras causas de consulta y hospitalización por enfermedades no transmisibles.

“Contamos con el programa PrevenIMSS, con el que tratamos, en todos los consultorios de medicina familiar, de inculcar a la ciudadanía hábitos de vida saludables: les enseñamos a comer bien, a hacer ejercicio, a bajar de peso, si así lo requieren, y les hacemos estudios para detectar enfermedades en etapas tempranas, esto nos ayuda a que el paciente no se nos complique”, comenta Silvia del Carmen Valencia Espinosa, coordinador auxiliar médico en Salud Pública del IMSS en Jalisco.

Además, a nivel nacional se cuenta con la Estrategia Nacional Para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes, con la cual se busca “desacelerar el incremento de la prevalencia de sobrepeso y obesidad en los mexicanos, a fin de revertir la epidemia de enfermedades no transmisibles, particularmente la diabetes mellitus tipo 2”.

Principales causas de muerte en Jalisco (2016)

• Diabetes mellitus: seis mil 243 fallecimientos.
• Enfermedades isquémicas del corazón: cinco mil 879.
• Enfermedad pulmonar obstructiva crónica: dos mil 430.
• Infecciones respiratorias agudas bajas: dos mil 342.
• Enfermedad cerebrovascular: dos mil 91.
• Cirrosis y otras enfermedades crónicas del hígado: mil 822.
• Enfermedades hipertensivas: mil 423.
• Accidentes de tráfico con vehículo de motor: mil 155.
• Nefritis y nefrosis (ERC): mil 108.
• Homicidios: mil 21.

Obesidad y sobrepeso son determinantes

Según datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, el 29.88% de quienes viven en Jalisco presentan sobrepeso y el 25.10%, obesidad, los cuales son factores determinantes para desarrollar diabetes e hipertensión.

Las instituciones de salud pública manejan programas en donde se enseña a las personas con estas condiciones a llevar un estilo de vida mucho más saludable.

“Nosotros contamos con el programa ‘YoPuedo’, en donde se les dan sesiones grupales de nutrición, actividad física, manejo del estrés y se buscan las redes de apoyo, porque lo importante es que ellos mismos se hagan responsables de su salud. Estas sesiones son para quienes tienen sobrepeso, obesidad o para quienes ya fueron diagnosticados con diabetes e hipertensión”, explica Silvia del Carmen Valencia Espinosa, coordinador auxiliar médico en Salud Pública del IMSS en Jalisco.

Por otro lado, la Secretaría de Salud en Jalisco cuenta con grupos multidisciplinarios, conformados por médico, nutriólogo, psicólogo y activador físico, los cuales identifican factores de riesgo como una vida sedentaria, sobrepeso y obesidad e intentan hacer conscientes a los pacientes de las enfermedades que pueden desarrollar a partir de ellos.

Valencia Espinosa subraya que dentro del programa PrevenIMSS, tan sólo en 2017, en Jalisco se detectaron 75 mil mujeres y 135 mil hombres, entre los 20 y 59 años, con obesidad central; es decir con grasa acumulada en abdomen, muslos, glúteos y brazos.

Según la Estrategia Nacional Para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes, “(en el año 2008) el costo anual en atención médica para el sistema público de salud de 14 complicaciones derivadas de cuatro grupos de enfermedades vinculadas con la obesidad, se estimó en 42 mil millones de pesos.

Hay un mal control

A pesar de que existen manuales nacionales e internacionales para el buen control de las personas que padecen diabetes, las cuales pueden llegar a presentar múltiples complicaciones, la Estrategia Nacional Para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes expone las principales fallas que existen en el tratamiento y la exploración de todos estos pacientes.

Basados en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, la estrategia señala que “el 40% de los expedientes revisados carecía de evidencias de que se habían revisado los pies del paciente durante el último año. El 35.5% de los expedientes contenían un reporte del examen de fondo de ojo”.

Éstas son exploraciones de las más importantes que existen para evitar complicaciones, por ejemplo el pie diabético, que se da cuando el paciente pierde la sensibilidad en éste, lo que ocasiona que no se dé cuenta de heridas o llagas en él, que pueden terminar en una amputación, ya sea mayor o menor.

Además, la revisión del fondo del ojo también es clave, ya que la retina se ve afectada por la glucosa que circula en la sangre del paciente, quien puede llegar a tener ceguera.

“En cuanto al control del paciente diabético sólo 7.5% de los expedientes revisados tuvo registros de la medición de hemoglobina glucosilada (HbA1c) durante el último año y de ellos sólo el 2.5% tenía niveles considerados en control adecuado; otro 12.8% de los pacientes evaluados tuvo cifras correspondientes al control adecuado en la medición de glucosa sanguínea”, añade el documento.

Es por eso que uno de los objetivos de la estrategia es que todos los médicos, tanto de primer nivel como especialistas, estén siendo capacitados constantemente en el buen control y manejo del paciente con diabetes, con el objetivo de reducir, lo más posible, las complicaciones.

Hacerse chequeos médicos constantemente es importante para mantener esta enfermedad controlada. NTX/ARCHIVO

Falta personal

El tratamiento y detección oportuna de la diabetes e hipertensión no están siendo lo suficientemente eficaces por la falta de personal en las instituciones públicas, así lo comenta Luis Miguel Román Pintos, profesor investigador de la Universidad de Guadalajara (UdeG).

“El ‘Chécate, mídete, muévete’ es una campaña nacional de la cual, yo creo, todos los mexicanos tenemos conocimiento, porque hay bastante mercadotecnia a su alrededor, pero la situación va más allá de tener una campaña publicitaria en el país. Yo creo que en lugar de gastar tanto en la publicidad, deberían gastar en salud y, con esto, tener sueldos dignos a los médicos de primer nivel y a los licenciados en nutrición en todas las instituciones públicas”.

El experto asegura que si se redujeran los tiempos de espera para una consulta de control o de prevención en los hospitales públicos, las personas estarían más dispuestas a acudir.

NUMERALIA
La enfermedad

422 millones de personas padecen diabetes en el mundo.
600 mil jaliscienses la padecen.
10 mil 850 nuevos casos fueron detectados en IMSS en Jalisco durante 2017.

EL COSTO
México

La diabetes le cuesta tres mil 872 millones de dólares cada año al sector salud.

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