Los niños migrantes separados de sus padres en el límite entre México y Estados Unidos son retenidos en espacios cercados que parecen jaulas. El Centro de Procesamiento Central en McAllen, Texas en una imagen del pasado 17 de junio.
La separación familiar lleva años ocurriendo en EU, pero era aplicada a discreción de los agentes de la patrulla fronteriza hasta el 5 de mayo, cuando el presidente Donald Trump implementó una política de "cero tolerancia". Desde entonces, más de dos mil 300 niños han sido separados de sus padres.
Los inmigrantes que entran ilegalmente por el límite con México son retenidos en espacios cercados por vallas metálicas, divididos por edad y género. Los hermanos también pueden quedar separados.
Luego de críticas de la comunidad internacional y en su país, Trump firmó hoy un decreto que pone fin a la separación de los niños inmigrantes de sus padres, pero no resuelve la situación de los menores que ya han sido alejados de sus progenitores.
Vista del campamento de detención para niños migrantes del Departamento de Salud y Servicios Humanos en Tornillo, Texas.
Fotografía satelital fechada el 19 de junio que muestra el campamento en Tornillo, un pueblo en el desierto cerca de El Paso, en el límite entre Texas y México.
Tiene unas 360 camas y se espera que alcance cuatro mil. AP/Departamento de Salud y Servicios Humanos
En este nuevo campamento se pueden contar al menos 18 carpas blancas. Por ahora alberga muchachos de 16 y 17 años.
Un centro para menores en Brownsville, Texas, en una imagen sin fechar difundida por la Administración para Niños y Familias. AP/Departamento de Salud y Servicios Humanos
Un comedor de las instalaciones en Brownsville. AP/Departamento de Salud y Servicios Humanos
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