COVID: Estados Unidos busca la normalidad tras dos años de resistencia ciudadana
EU es la nación más contagiada del mundo por COVID, a pesar de que se perfiló como el país más preparado ante un eventual pandemia
Estados Unidos camina hacia la normalidad, a dos años desde que empezó la pandemia, con un 65.2% de su población con el esquema completo de vacunación, pero siendo el país con más muertos por COVID (con más de 965 mil defunciones).
La señal más evidente de que el país se acerca a la normalidad es el levantamiento en varios estados del mandato de llevar mascarilla en sitios públicos cerrados; a pesar de eso, las cifras de muertos aún están por arriba de los 1 mil al día y los contagios están cercanos a los 50 mil por día, según los datos reportados por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés).
EU es la nación más contagiada del mundo por COVID, a pesar de que un informe del 2019 del Centro para la Seguridad Sanitaria y la Iniciativa de Amenaza Nuclear de la Universidad Johns Hopkins, evaluó la preparación de 195 países ante una pandemia eventual y elaboró un ranking en el que EU se coronaba como el primer lugar.
Joshua Sharfstein, profesor vicedecano para Prácticas de Salud Pública y Participación Comunitaria de la Universidad Johns Hopkins, explicó a los medios que ese estudio se centraba en el sistema médico y su capacidad.
"Nuestro sistema médico es bastante grande, tenemos muchas camas de hospital y mucha gente ha salvado sus vidas por algunos médicos y enfermeros muy heroicos durante la pandemia, pero un sistema hospitalario por sí solo no hace que un país sea fuerte ante una pandemia", reflexionó.
Opinó que algunos de los problemas más importantes con los que EU ha tenido que lidiar, es con las interferencias políticas y con el hecho que no cuentan con sistema sólido de salud pública.
COVID: Un país dividido
La pandemia llegó en un momento de profunda polarización en el país vecino, y en ocasiones la respuesta ante el COVID se ha politizado, especialmente por el expresidente Donald Trump (2017 - 2021).
El uso del cubrebocas y la campaña de vacunación se hizo visceral en una nación dividida, lo que provocó que muchos decidieran hacer caso omiso a las recomendaciones para frenar el avance del COVID.
Además, la desinformación ha jugado un papel fundamental, una cifra considerable de los no vacunados han sido controlados por los mensajes que reciben a través de sus teléfonos, en los que les dicen que no confíen en el gobierno, aseguró Sharftein.
Otro factor a considerar es el que pone sobre la mesa la directora del Centro Annenberg de Políticas Públicas de la Universidad de Pensilvania, Kathleen Hall Jamieson, quien apuntó al proceso llamado “oposición psicológica”.
"Cuando se le dice a la gente qué hacer, tiende a reaccionar atacando a la autoridad, porque quiere adoptar sus propias decisiones", indicó Jamieson.
La directora afirma que EU fracasó en su intento de “persuadir” a la gente para que tome medidas y se proteja. Históricamente hablando, la confianza en el Gobierno de EU es baja, a pesar de que el público confía en gran medida en los avances científicos.
"En general, a la gente en EU no le gusta que le digan qué tiene que hacer, a la gente le gusta adoptar sus propias decisiones, este es un país profundamente individualista", subrayó.
Respecto a este tema, Sharfstein remarcó que la ciudadanía estadounidense no piensa en no hacer cosas solo porque el gobierno lo diga, sino que "no dejamos de hacer cosas porque tengamos miedo de que nos arresten. No fumas en sitios cerrados porque creas que la Policía vaya a entrar. No fumamos en interiores, porque es algo que ya no hacemos", dijo.
Por lo que la experta recomienda construir normas sociales sobre la vacunación, no solamente a nivel gobierno, sino de la mano con líderes religiosos, comunitarios y locales, pues es importante que la gente disponga de un comunicador de confianza al momento en que se dictan recomendaciones sanitarias, con un mensaje coherente y consistente.
Trump no contaba con un comunicador de confianza, recordó Sharfstein, "había muchas personas diferentes hablando y el mensaje no era coherente en absoluto".
Mientras que en la administración del actual presidente estadounidense, Joe Biden, la comunicación mejoró, y dispuso de "buenos comunicadores de confianza".
Pensando a futuro, Jamieson opina que es necesario aumentar la comprensión entre el público de que la ciencia no es un producto y mucho menos uno terminado, por lo que siempre hay un proceso constante de actualización.
"La ciencia es un aprendizaje constante y, como resultado, a veces tienes una opinión basada en las pruebas disponibles, como (por ejemplo) la gente sana no necesita llevar mascarilla, y luego encuentras que puedes infectarte pese a que estés sano", apuntó la experta.
DO