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Turbulencia electoral

El fin de semana pasado terminaron los procesos internos de los dos bloques de partidos antagónicos en la contienda electoral en curso: el oficialista encabezado por Morena y sus aliados PT y PVE; y el bloque opositor del PRI, PAN y PRD que conforman el Frente Amplio Opositor (FAO). Es decir, terminó una primera fase de la gran simulación en la que los bloques de partidos están eligiendo a su candidato presidencial, aunque para encubrir la ley, les llamaron procesos internos. 

Tras 90 días, las mal llamadas “corcholatas” de Morena concluyeron sus giras realizando a cabo “asambleas informativas” para elegir al coordinador de los Comité de Defensa de la Cuarta Transformación. Lo cierto es que a pesar del esfuerzo, de los recursos humanos movilizados y de los millones de pesos gastos en este proceso, las tendencias de preferencia electorales se movieron poco.

De acuerdo con una encuesta del grupo Reforma (28 de agosto), la ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México permanece arriba con 37 por ciento de quienes la prefieren como candidata de Morena; por 22 por ciento del ex canciller Marcelo Ebrard. En tercer lugar el petista Gerardo Fernández Noroña con 7 por ciento; Manuel Velasco del Verde con 6 por ciento; con el mismo porcentaje el ex titular de Gobernación, Adán Augusto López a pesar de los millones de pesos gastados en espectaculares; y al final el senador Ricardo Monreal con 4 por ciento. 

Entre tanto, en esta turbulencia electoral, se han dado dos giros inesperados en el bloque opositor. Por un lado, haciendo honor a su incongruencia, el PRD anunció su declinación a favor de Xóchitl Gálvez, una semana antes de que terminara el proceso, revelando que la gran favorita del PRIAN y de los líderes empresariales que impulsan el FAO es la abanderada panista. Ya antes este bloque de poder logró que Santiago Creel declinara a favor de la senadora por Hidalgo. 

Pero el otro giro inesperado vino del presidente del PRI, Alito Moreno, quien el lunes 29 de agosto dijo sorpresivamente que las encuestas no favorecían a la precandidata de su partido, la senadora Beatriz Paredes, cuando varios sondeos y comentarios percibían un mejor desempeño en la campaña de la priista que de la panista. Con esto Alito Morena anticipa una posible declinación de Paredes, lo que podría indicar acuerdos bajo la mesa entre las dirigencias partidarias y los gerentes empresariales del FAO, toda una canallada de Alito Moreno que representa la política más podrida no solo del PRI sino toda la partidocracia tradicional.  

Completa esta turbulencia electoral el anuncio terminante de ayer del dirigente de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, de que su partido competirá solo en las presidenciales de 2024. Dante da por concluida la fase de alianzas antes de que se defina la suerte de Morena. Una encuesta de Reforma (28 de agosto) parece dar la razón a Dante Delgado: 57 por ciento de los entrevistados prefiere que MC compita sin alianza, y 26 por ciento pide que se una a la FAO. 

Con esta decisión Dante Delgado parece cerrar la puerta al regreso del alfarismo a MC. Ante la cancelación de una alianza con Xóchitl Gálvez, como propusieron el senador Clemente Castañea y el gobernador Enrique Alfaro, el alfarismo se enfrenta a estas opciones: 1) negociar con Dante y competir bajo la marca MC en las candidatura de Jalisco; 2) que el alfarismo compita bajo siglas del FAO es decir, cobijado por la vieja política del PRIAN que muchas veces dijeron repudiar; 3) un escenario de ruptura: Pablo Lemus bajo siglas MC; en tanto Alberto Esquer bajo siglas PRIAN y Morena por su cuenta. No imagino a Clemente Castañeda compitiendo bajo las siglas del PRIAN. De todos, este es el peor escenario para el alfarismo, pues nada garantiza el triunfo de Esquer con militantes alfaristas que podrían más bien apoyar a Lemus como candidato más fuerte. 

Toda esta turbulencia ocurre bajo las siguientes tendencias electorales, según Grupo Reforma: Morena 49 por ciento, PT 2 por ciento y PVEM 2 por ciento para sumar 53 por ciento. Los partidos del FAO: PAN 21 por ciento, PRI 19 por ciento, PRD 3 por ciento, suma total 43 por ciento. MC aparece con 4 por ciento, sin embargo en un escenario de careos electorales, la encuesta referida otorga 12 por ciento de votación lanzando como candidato presidencial a Samuel García, gobernador de Nuevo León. Todo indica que esta turbulencia electoral consolida a Claudia como candidata del oficialismo, a Xóchitl por el frente opositor-empresarial y MC apostando a dividir el voto opositor y construyendo una opción fuera de la partidocracia tradicional para 2030. Como sea, todo este turbulento escenario electoral deja un ambiente político muy difícil para el alfarismo.

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