Solo por hoy
La famosa receta que practican los que quieren dejar de beber, es un remedio aplicable también, para muchas emociones negativas, entre ellas el rencor y la venganza.
Dos emociones que tienen que ver con el control, contra los que te han hecho algo que no te gusta y te ha herido. Te fallaron, te traicionaron o te hicieron sufrir, pero algo te hicieron que te ha dolido mucho. Y en vez de comprender y perdonar, decides por el desquite, que sufran también por lo que me hicieron, así se cocina la venganza. Y mientras no ejecutas la acción, con la guillotina del rencor, y no querer saber nada de tu verdugo, hasta que no pague lo que hizo.
Si tan sólo por un momento, dejas de pensar en tu victimario y lo perdonas, dejarás de padecer el síndrome del vengador. Que fuera de afectar al acusado, el que verdaderamente sufre, es el que padece de las ganas de hacer sufrir al otro.
Sólo por hoy, sería que ya dejes de alimentar tu resentimiento a quien te hizo algo y te empeñes mejor, en dejar el pasado y vivir únicamente en el presente.
Los atrapados en el alcoholismo, logran superar su terrible sensación, de querer saciar su antojo por un trago, al situarse en el aquí y el ahora e imponerse al deseo, con un grito determinante, de por ahora no. Tal vez después, pero en éste momento, confirmar que no.
La lucha interna sigue con su dramática batalla, entre hacer y abstenerse. Entre buscar satisfacer la ira, como si fuera un insaciable apetito, a cambio de imponerse a un tajante, ahora no.
Hoy perdono, ya mañana no lo sé, pero por un instante dejaré de arropar la sensación de venganza y de qué paguen lo que me han hecho.
Como muchas cosas sanas en la vida, hay que practicarlas, poco a poco, a veces se logra, a veces no. Pero se insiste, hasta lograrlo. Es higiene mental, dejar de abrigar lo que te hace daño y evitar seguir cultivando ideas negativas de dolor y sufrimiento, para ti mismo y para los demás.
Aunque sea sólo por hoy.