Sin novedad...
Por fin, la Sala Superior del Tribunal Electoral de la Federación resolvió que Pablo Lemus es el legítimo triunfador de la elección del 2 de junio, por lo que será gobernador a partir del 6 de diciembre. Sin novedad, pues.
Pero entre la algarabía de unos y el lamento de otros, hubo una voz neutral que dio muestra de madurez política. Hablamos de Laura Haro, dirigente del PRI estatal, quien reconoció el triunfo de Lemus y el actuar de las magistradas y los magistrados.
En un entorno de mucha polarización, se agradece que existan voces que llamen a la concordia y al respeto institucional.
Y es que del otro lado, Claudia Delgadillo, en un marco de “tristeza”, reconoció el fallo del Tribunal, pero dijo que no lo comparte. ¿Qué?
Luego añadió: “Quiero aprovechar esta oportunidad para expresarle a Lemus la voluntad de trabajar por un mejor Jalisco. Es momento de dejar de lado las diferencias”.
¿Entonces sí o no?
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Ahora que ya se definió que el gobernador será Pablo Lemus, empiezan a definirse las urgencias planteadas para los primeros meses de su administración.
Y en donde se encienden luces de alarma, de entrada, es en el Instituto de Pensiones (Ipejal), donde el estudio actuarial más reciente establece que puede gozar de liquidez hasta el 2027 y, para el año 2033, a más tardar, estaría en quiebra, en caso de que no se active de inmediato una reforma interna, que deberá contemplar un mecanismo regulador de los salarios para combatir las “pensiones doradas” y otros excesos.
El tema heredado es urgente para el primer año de Gobierno de la nueva administración, porque en 20 Estados del país los Institutos de Pensiones están totalmente “tronados”.
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Mientras muchos políticos se quedaron sin hueso o sin un cargo público tras la pasada elección, hay quienes muestran desprecio a la población y abandonan el barco en menos de dos meses de asumir sus nuevas funciones.
Resulta que el “todas mías”, Hugo Luna, quien dejó de ser jefe de Gabinete del actual Gobierno de Jalisco para rendir protesta el pasado 1 de septiembre como diputado federal, pidió licencia al cargo ayer. Así mero.
Es el mismo ex funcionario que se verá beneficiado con escoltas durante los próximos seis años con cargo a los impuestos de los jaliscienses (tras una reciente reforma en el Congreso estatal), a pesar de que nunca tuvo un cargo en materia de seguridad o justicia. ¡Todo un privilegiado!
Hay dos hipótesis tras su licencia. Primera: no le gustó la vida de la capital del país. Segunda: mejor decidió regresar a Jalisco para disfrutar de todos los negocios que hizo como funcionario, perdón, para disfrutar de nuestro clima y tradiciones. ¿Qué opinan?