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Salud, Dinero, Amor y Buen Humor

En esta época navideña a nuestras amistades y seres queridos les deseamos felicidad. Ante la pregunta de: ¿A qué venimos al mundo? La mejor respuesta que he escuchado es: “A ser felices”. Lo cual no aprendemos o lo hacemos muy tarde es, cómo alcanzar la felicidad. Según los filósofos los principales elementos que conforman la felicidad son: salud, dinero y amor. El que tenga estas tres cosas puede dar gracias a Dios, pues con ellas uno vive libre de preocupación, como dice la vieja canción de mediados del siglo pasado del autor cómico Joaquín Pardavé. Cada quien puede agregar sus propias experiencias que contribuyen a su felicidad, como la contemplación de la belleza, la música, la paz, la tranquilidad, la armonía, la generosidad, la caridad, la humildad, la sencillez, la paciencia, la templanza, la justicia. Hay un cuarto ingrediente básico que me atrevo a sugerir, que es el buen humor.

Si hay salud pero no hay buen humor, no disfrutamos de ella.

Si hay dinero pero no hay buen humor, no disfrutamos del dinero.

Si hay amor pero no hay buen humor, no disfrutamos del amor.

Si hay buen humor pero no hay salud, lo sobrellevamos.

Si hay buen humor pero no hay dinero, no le damos importancia, el dinero va y viene.

Si hay buen humor, el amor llegará solo.

Envejecer es siempre menos doloroso si lo hacemos con buen humor.

Para envejecer con dignidad tienes que mantenerte joven. Esto se logra con el buen humor.

El buen humor no consiste tan solo en reír ante un buen chiste, no es la carcajada estridente; reír es el síntoma externo del buen humor, el buen humor es una actitud ante la vida, es reconocer el  lado alegre de los hechos y las circunstancias. El buen humor ayuda a aliviar las congojas y las culpas, transforma nuestros melodramas en comedias bufas. El bufón es el rey feo del buen humor, la ironía es la caricatura del buen humor. La ironía hiere el buen humor. El buen humor crea puentes. El buen humor es la alegría del espíritu. El buen humor es producto del ingenio. La sonrisa es la puerta del buen humor. El primer paso para cultivar el buen humor es reírse de sí mismo.  Reírse de los demás no es síntoma de buen humor, tampoco el sarcasmo es buen humor. Hay que reír con otros en vez de reírse de los otros. El chiste fomenta el buen humor. El chiste irreverente no ofende al Señor, él  lo sabe y más si es de clérigos y monjas.  En fin, el chiste es bueno para la salud, reír siempre es bueno. El efecto que tiene en la vida de los demás es la moneda más valiosa del mundo.

El buen humor también puede aplicarse a la sociedad en su conjunto. El humor social es la actitud que se toma para solucionar los problemas. El humor del mejicano es simplemente pasarla bien. México es el segundo  país más feliz del mundo después de Costa Rica, según un estudio de la ONU. A todos los lectores de EL INFORMADOR, les deseo que de veras sean felices.

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