Primera adopción homoparental en Jalisco
Una gran amiga me compartió ayer que la pareja de su mamá es otra mujer. Ambas la criaron y la educaron. Dice que sí volviera a nacer, las elegiría a las dos como sus mamás otra vez… y lo único que cambiaría sería la sociedad, porque ella vio y vivió cómo la familia y gente de su entorno las juzgó por años.
Ayer se hizo pública la primera adopción homoparental en Jalisco. Palmira Martínez y Gabriela Flores se convirtieron legalmente en mamás de un pequeño de 5 años, que fue abandonado cuando apenas tenía dos días de nacido y que desde entonces había pasado su vida en un albergue.
Ambas son profesionistas y están casadas desde hace cinco años, como una de las primeras parejas del mismo sexo que se unieron en matrimonio en Jalisco. Hoy sentaron un nuevo precedente al lograr su sueño ser mamás adoptivas.
Palmira conoció al pequeño cuando colaboraba como voluntaria en un albergue. Y después de platicarlo en pareja, decidieron iniciar los trámites legales y administrativos de adopción. Con la asesoría y acompañamiento de su abogada, Claudia Torres, se certificaron, acudieron a pláticas, recibieron las visitas de la psicóloga y la trabajadora social, y acudieron a realizarse múltiples exámenes. Después siguieron las visitas de convivencia y el proceso de empatía con el menor.
El 24 de mayo el juez emitió la sentencia de adopción favorable para que Palmira y Gabriela se convirtieran legalmente en sus mamás. Y el pasado 13 de julio, la Oficialía Número 1 del Registro Civil de Zapopan les entregó el acta de nacimiento del pequeño, con los apellidos de ambas madres.
Desde hace algunas semanas, el pequeño dejó ya el albergue y hoy tiene legalmente una familia, un hogar que sus mamás prepararon con cariño para recibirlo y donde desde la primera noche velaron su sueño, preocupadas como cualquier mamá primeriza porque su hijo no tuviera frío o le fuera a picar un mosco.
Ambas coinciden en que lo educarán para que sea un hombre independiente y fuerte, que sepa enfrentar cualquier cuestionamiento que le hagan, pero sobre todo que siempre tenga presente que sus mamás lo estarán respaldando y buscando lo mejor para él.
Palmira y Gabriela saben que el mundo al que se enfrentará su hijo no es fácil, que hay una sociedad hostil, a la que también ellas se han enfrentado y que de la mano del cariño y amor de sus familias han sabido salir adelante.
“Que ante todo sepa que fue un niño muy deseado, muy muy deseado, a lo mejor y no fue gestado en nuestro vientre, pero aquí en el corazón sí lo fue, que se sienta con la completa seguridad de que estamos ahí para él, de que somos por eso una familia”, dijo Gabriela en entrevista a Televisa Guadalajara.
Mi amiga, hija también de dos madres y que hoy también ella es mamá, me dijo cuando supo de esta adopción: “Al final del día una familia es la que te da amor, estabilidad y valores, que te hace sentir que estás en un hogar, no sólo en una casa”.
Y eso es lo que desean cientos de niñas y niños que esperan ser adoptados: un hogar y una familia.