Nuestros niños asesinos en "El Kame Hame Ha"
Son días espantosos en México, en medio del debate que han suscitado los crímenes contra mujeres y niñas. El espanto es visible en todas las caras del prisma del crimen en nuestro país, uno de los cuales nos pone a pensar por qué de repente nos encontramos en un México tan violento. Una obra de teatro no podría explicarlo, por supuesto; como máximo, provocaría nuestra duda y nuestra sensibilidad. Quizá hay en Guadalajara al menos una obra de teatro que por estos días pide al espectador preguntarse acerca de estos temas.
Se trata de “El Kame hame ha”, un espectáculo del grupo local Proyecto 4to Studio, que cuenta la historia de un niño sicario. Benito, “El Saiyajín”, comete toda clase de crímenes hasta su muerte a los 14 años. El texto del dramaturgo mexicano Jaime Chabaud retrata su deriva familiar, la soledad del niño sin amor, las drogas, su sumisión a bandas de homicidas y, sobre todo, la repugnante derrota de su respeto por la vida ajena; es mentira, dice, que te atormente ser asesino: “Yo les disparo seis plomazos y tres horas después me estoy comprando unos tenis Adidas bien chidos y ni me acuerdo de nada. Ni de sus caras, ni de sus ojos, ni de cómo eran. Me río yo”.
La obra es un espectáculo unipersonal: el actor Álex Morán interpreta, él solo, a Benito y a varios personajes que contribuyen a contar la historia entera. El trabajo de Morán ha sido elogiado sin exageración: su esfuerzo de precisión técnica (muy demandante para la voz actoral) es evidente para cualquier espectador. Los personajes de ficción se ven interrumpidos, sin embargo, por un relator que va acotando los episodios de la vida de Benito, y que interpela al público con datos y preguntas.
El Relator es la voz más curiosa del texto de Chabaud: podría pasar por una interrupción moralista y regañona (de hecho, Álex Morán usa su voz más “teatral” con este personaje), pero la contundente realidad de los niños y adolescentes de México matiza este juicio. La obra recuerda cuán impunemente juzgamos a los jóvenes mexicanos a los que el país niega toda oportunidad de una vida digna, los deja a merced de la delincuencia, los etiqueta con repulsión y los criminaliza para completar su condena. “Se matan entre ellos”, dicen nuestros gobernadores y presidentes con inverosímil facilidad.
Por eso es tan interesante “El Kame hame ha”: una puesta en escena centrada en una biografía y un montón de preguntas. La obra pide que escuchemos antes de hablar, que experimentemos cercanía respecto de nuestros temibles niños delincuentes y que recordemos que ellos son como nosotros. No es el único tema importante en México, y la atrocidad de crímenes como el de Ingrid o el de Fátima amerita toda nuestra indignación y atención. Pero es que los mexicanos tenemos mucho de qué ocuparnos, mucho que pensar y mucho que sentir. ¿Quién?, pregunta el texto, ¿le devolverá a la Patria su dignidad, y el respeto por la vida? En la butaca, mientras digerimos el exceso de esta obra, querríamos tener el valor de contestar: Nosotros. Pero primero es importante escuchar, y sentir.
Viernes de febrero y marzo, 20:00 horas, Teatro Experimental de Jalisco.
ivangonzalezvega@gmail.com