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No hay peor calamidad que la sumisión educativa

“El ‘sabelotodo’ necesita ignorantes para poder sobrevivir”

CIMA

En México y en el mundo entero se han sufrido pandemias que han arrasado con la vida de millones de seres humanos, pero, de todas ellas, la peor calamidad es la que implica la ignorancia, en la que ciertamente se puede sobrevivir, e incluso es la que mejores dividendos le deja a los poderosos, quienes hacen todo lo que esté a su alcance para que ésta prevalezca…de ser posible, por los siglos de los siglos.

Durante la administración federal anterior se hizo un gran esfuerzo económico y de gestión entre todos los sectores involucrados por establecer un nuevo esquema educativo que viniera a dar expectativas de cambio a las nuevas generaciones, no obstante, sin antes hacer un estudio técnico -ya no digamos realizar las pruebas correspondientes-, al llegar el Gobierno “de izquierda”, todo lo adelantado fue echado por la borda.

El Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no se cansa de mencionar como un logro de su visión personal la cancelación de lo que el denomina “la mal llamada Reforma Educativa”, a la que le atribuye perversas intenciones de los neoliberales. No obstante, algunos nos dimos cuenta de que por primera ocasión se había empezado a implementar un sentido práctico de lo que es el “Aprender a Aprender”, para así poder alcanzar (luego de la travesía metodológica y didáctica) lo que implica el “Conocimiento Significativo”, procesos que pueden no tener implícita una gran ciencia, pero que durante muchas generaciones no se contó con los profesores que lo enseñaran de manera práctica -la razón de esto es que tampoco a ellos se los enseñaron-.

Así, cada ves que escucho a AMLO escudarse en “la mal llamada Reforma Educativa” para la toma de decisiones unilaterales (si acaso consensadas con la CNTE), me convenzo más de su abierta complicidad con la oligarquía -o por lo menos con la que le ayudo a llegar al poder-, ya sea por ambición o también por ser preso de la ignorancia,  pues luego de denostar a todas las instituciones universitarias del país (públicas, privadas y sociales), quiere, según su decir, propiciar el desarrollo de la nación a través de las 100 “universidades” que dice estar formando a lo largo y ancho del territorio nacional, seguramente similares a la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, que fundó cuando fue jefe de Gobierno de la misma, y que sólo ha servido para dar empleo a cientos de “profesores” y administrativos, además de entretener a los jóvenes que no pudieron ingresar a la UNAM, quienes pueden decidir a su arbitrio si están preparados para continuar a un curso superior, sin siquiera haber presentado un examen.

APUNTE

Como diría el estimado maestro Hermilo López Bassols: “Así no se puede dar la clase”.
 

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