Los privilegios de Lozoya
El último episodio de la extradición pactada se dio el sábado que quedó claro la protección que tiene del gobierno de la 4T el ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya Austin, quien fue sorprendido por la periodista Lourdes Mendoza en uno de los restaurantes más exclusivos de la Ciudad de México.
Habrá que recordar que el primer acto del privilegiado trato que se ha dado a Lozoya desde que se le extraditó de España, se dio aún antes de que pisara suelo mexicano, cuando junto con su padre, el poderoso ex funcionario salinista Emilio Lozoya Thalman, negociaron con el propio Fiscal Alejandro Gertz Manero, cómo y cuándo debían hacerse los señalamientos del caso Odebrecht por el que estaba detenido, a cambio de no meterlo a la cárcel a su llegada a México.
Así fue como el ex director Pemex presentó a fines del 2020 una denuncia de hechos en la que señala al ex Presidente Enrique Peña Nieto, y al ex secretario de Hacienda y de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, de ordenarle repartir mas de 100 millones de pesos de sobornos recibidos por la empresa constructora brasileña Odebrecht para asesores electorales extranjeros que participaron en la campaña presidencial del 2012, y 84 millones obtenidos de otras corruptelas para repartir a legisladoras y legisladores de varios partidos políticos para firmar el Pacto por México y votar a favor de las reformas estructurales del sexenio peñista en 2013 y 2014.
Lo que es pertinente poner en contexto es que la columnista del periódico El Financiero que publicó las primeras fotografía de Lozoya desde que fue extraditado, aparece en la lista de estos 17 ex funcionarios y políticos que presuntamente fueron beneficiarios de las corruptelas del corporativo brasileño. Lozoya declaró que el entonces secretario de Hacienda, Luis Videgaray, le instruyó comprarle una bolsa Chanel de alrededor de 100 mil pesos, cosa que la periodista negó al grado de demandarlo por difamación. De hecho, Lozoya no asistió a un citatorio del juez para desahogar este caso, bajo el argumento que estaba en arraigo domiciliario. De ahí que Mendoza cuestioné cómo es que no acude con el juez pero sí a una cena a todo lujo.
El que ni la falsedad de declaraciones a un juez le haga perder los privilegios al ex director de Pemex exhibe nuevamente la justicia selectiva de la 4T y el uso faccioso y revanchista de la Fiscalía de Gertz Manero.
En tanto México sigue siendo el único País, junto con Venezuela, donde no hay ningún funcionario preso por el caso Odebrecht, de los 11 países latinoamericanos y un africano en donde se dieron casos de dádivas, y que llevó a la cárcel ya a ex presidentes de Brasil y Perú e incluso al suicidio de Alan García, expresidente de ese país andino.
El gobierno de la 4T, pues, rasga de nueva cuenta la ya muy deshilachada bandera de Andrés Manuel López Obrador de la lucha y castigo a la corrupción que podría quedar totalmente desvirtuada si todo queda en circo mediático para afectar a sus adversarios políticos, y si no se acreditan las acusaciones de este exfuncionario que se le pasa a todo lujo, seguramente con parte de los actos de corrupción en los que está involucrado y de los que hoy reparte culpas para mantener su impunidad.
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