Lo que dejó la pasarela de presidenciables por GDL
El paso de las y el aspirante presidencial por Guadalajara el fin de semana pasado sirvió para observar y pulsar de cerca el momento por el que pasa la precandidata oficial por Morena y aliados, Claudia Sheinbaum; la precandidata por el Frente Opositor que integra PAN-PRI-PRD, Xóchitl Gálvez; y el precandidato del partido Movimiento Ciudadano (MC), Samuel García.
Asomaron también las estrategias que están aplicando en esta segunda fase de competencia que son las precampañas, y que en teoría debería ser la primera para que los partidos políticos, de acuerdo a la Ley Electoral, apenas eligieran a su candidata o candidato. Como todos sabemos, la norma electoral fue letra muerta, y en realidad las contiendas internas iniciaron desde junio cuando el Presidente Andrés Manuel López Obrador calculó que sería lo mejor para echar a andar la supuesta competencia entre sus “corcholatas”.
Así, pues, las llamadas precampañas son una simulación y estamos ya ante el arranque de la carrera presidencial con el y las contendientes definidas, que han entrado a una lógica de dimes y diretes porque una Ley Electoral que nadie atiende les prohíbe en esta etapa hace propuestas de Gobierno, porque sus “precampañas” deben estar dirigidas sólo a los militantes de sus partidos.
Además de esta reflexión sobre lo inservible y caducas que están nuestras reglas electorales, la pasarela de presidenciables por Guadalajara dejó claro que Sheinbaum está jugando desde este inicio de la contienda a nadar de muertito y buscar preservar su ventaja en las encuestas sin arriesgarse ni exponerse de más. Sus estrategas quieren que los que se peguen sean sus adversarios, a los que desean ver pelearse por el segundo lugar. Por eso sólo pernoctó en Guadalajara el viernes y el sábado tempranito se fue a Nayarit, y prefirió disculparse con Paco Ignacio Taibo que acudir a la Feria Internacional del Libro a la Expo a presentar su libro. El lunes AMLO se encargó de aclarar que no fue porque la FIL era un “conclave de derechistas”, afirmación que no cayó nada bien a los udegeístas y a su rector Ricardo Villanueva, a quien Sheinbaum quiere de candidato de Morena para Guadalajara.
Para Xóchitl, su paso por Guadalajara llegó luego de un errático arranque de precampaña que le provocó toda una oleada de críticas de columnistas y analistas políticos, que sus cercanos atribuyeron a una campaña orquestada desde la 4T, pero que la obligaron a hacer ajustes en su equipo de campaña. La candidata del Frente Opositor tuvo un buen evento en un lienzo charro con organizaciones de la sociedad civil que la arroparon y ante los que articuló un entusiasta y combativo discurso o en busca de recuperar el empuje con el que irrumpió en la escena opositora justo después de un evento en junio en la Cámara de Comercio de Guadalajara. Participó en una mesa en la FIL de la que también salió bien librada.
Tal vez por llegar a territorio emecista, al que se le vio más cómodo fue al aspirante naranja, que como ya he apuntado aquí no tiene nada que perder y mucho que ganar si le pasa como el burro que tocó la flauta. Desde el viernes que llegó a tierras tapatías, convivió con dueños y directivos de medios y periodistas en uno de los restaurantes favoritos de la actual clase gobernante en Jalisco, cabalgó en Tlajomulco, la cuna del emecismo local, acompañó arranques de campaña de sus correligionarios en la Zona Metropolitana y remató con una presentación de un libro que dice que él escribió en la FIL. Quedó claro que la apuesta de “El Nuevo” está en las redes sociales y enfocar baterías contra Xóchitl, para luego, asegura, ir por Morena.
Así esta primera parada de las y el presidenciable por Jalisco.