Lo positivo del muro
Al examinar el modo de ser de los mexicanos nos encontramos con un lado muy positivo, se trata del ingenio y de la creatividad, una chispa espontánea para resolver problemas de una forma inesperada.
Lo que se descomponga, el mexicano le encuentra una manera de repararlo, antes le llamábamos “soluciones de alambrito” porque los mecánicos podían componer muchas cosas sabiéndolo poner en el lugar correcto y funcionaban bien las cosas.
Bueno, pues el famoso tema del muro que se han propuesto edificar en la frontera con el vecino país del Norte, requiere tomar en consideración esta característica de nosotros.
Lo primero que comprendemos es que necesitan poner una barrera a la inmigración ilegal, un obstáculo que impida que se meta la gente a su territorio sin su autorización, de lo cual estamos completamente de acuerdo que es una solución al problema, aunque evidentemente no es la única.
Esa tapia, reja o como le quieran llamar, resulta una protección para que no se metan los que no deben, lo cual indica que necesitan una protección. Que a su vez manifiesta que tienen miedo, lo que implica que es un punto vulnerable.
Desde siglos atrás se ha demostrado que el tamaño del muro es el tamaño del miedo, y que por más murallas que se hicieron en los castillos de antaño, la mayoría no soportaron el ataque de los enemigos y acabaron por ser derrumbados.
El muro va a motivar a que los mexicanos encuentren alguna ingeniosa manera de superarlo (...) de eso estamos seguros
De igual manera, el muro va a motivar a que los mexicanos encuentren alguna ingeniosa manera de superarlo, que de eso estamos seguros, máxime que es extremadamente largo y difícil de controlar a pesar de toda la alta tecnología con la que hoy se cuenta.
Lo positivo es que muchos mexicanos vean en el obstáculo una motivación a que la prosperidad de los que perseguían el sueño americano, ahora lo busquen de otra manera y en otro lugar. Tal vez aquí mismo en México o en algún otro país que si se las ingenie mejor, en hacer tratos con los excelentes trabajadores que tenemos, de una manera más civilizada y progresista que no se una primitiva muralla.
Somos astutos y desafiantes, así que si un mexicano estaba dispuesto a esconderse en un tráiler, en una cajuela o recorrer muchos kilómetros de desiertos arriesgando su vida y además vivir de ilegal en un país ¿Qué no estará dispuesto hacer para tratar de sobreponerse a dicho muro?
De que se va a encontrar una forma ingeniosa de pasar del otro lado, eso ni lo dudamos; conocemos la enorme capacidad creativa que existe para lograrlo.
Lo que es más importante es examinar las causas, hacer una investigación más a fondo de cómo impedir el cruce y sobre todo la estancia ilegal de nuestra mano de obra en aquel país.
La situación nos invita a encontrar mejores soluciones al problema, a cuestionarnos más a fondo la relación con nuestros vecinos y a resolver las dificultades con un dialogo civilizado.
Porque también para eso somos bien creativos.