Las no-campañas y la claudicación de Ebrard
Como era de esperarse, en la semana del inicio de las “no-campañas” de Morena, hubo actividades que cayeron como auténticas bombas mediáticas. Pero definitivamente, ni la visita de Adán Augusto López a Guadalajara, ni la gira de Claudia Sheinbaum a Veracruz y Oaxaca, pudieron opacar el anuncio de Marcelo Ebrard: una secretaría de la 4T (¿?) en la que propone como titular a Andrés Manuel López Beltrán, uno de los hijos del Presidente con más actividad política y señalamientos de conflicto de intereses.
¿Jugada política maestra de Marcelo? ¿O claudicación a sus principios? ¿Cómo se sostienen ahora los argumentos que lo han expuesto como el más moderado entre las “corcholatas”? ¿El mejor preparado para suceder a Andrés Manuel sin el arrebato y la polarización de la 4T?
Si el tema se revisa con pragmatismo, quizá con esto Marcelo Ebrard pretende eliminar cualquier sospecha del Presidente López Obrador, que les ha insistido en “no zigzaguear” y mantener el propósito de seguir con la cuarta transformación.
Sólo el tiempo podrá narrar si el ex secretario de Relaciones Exteriores tuvo o no razón, pero mientras, conviene indagar en sus palabras para tratar de entender qué es esta Secretaría de la 4T.
El sólo hecho de proponer que la encabeza el hijo del Presidente, ya es toda una declaración, por las facultades que planea para la pretendida dependencia:
-Fortalecer las obras de infraestructura favoritas de AMLO, como la refinería de Dos Bocas, el Aeropuerto Felipe Ángeles y el Tren Maya.
Algo bastante extraño, en el caso de la refinería y el aeropuerto, dado que el Gobierno federal ya considera concluidas las obras, lo que evidentemente no es verdad, y preocupante además, si se considera el sobreprecio multimillonario ya reconocido en los tres proyectos.
-Nuevas planificaciones para la promoción del desarrollo regional y bienestar de la población.
Otro misterio, que sólo puede conducir a preguntarse: ¿y las tareas y facultades de las secretarías que ya existen y que deben promover no sólo el desarrollo de las regiones, sino el bienestar? ¿Cuáles serían entonces las funciones de secretarías como la de Salud y Bienestar? ¿Y la Secretaría de Economía?
-Proteger los programas sociales para promover su expansión.
¿Olvida Marcelo Ebrard que los programas sociales, gracias a una reforma constitucional, están garantizados en la Constitución? No es necesaria una dependencia del Poder Ejecutivo, por lo demás, para expandir los programas sociales. Basta con un decreto presidencial que amplíe, por ejemplo, la edad de los beneficiarios.
En su primer día de “recorridos” por el país, y le quedan dos meses por delante, el que se presume como único competidor de Claudia Sheinbaum, se voló la barda. La misma ex jefa de Gobierno de CDMX declaró en una visita en Oaxaca que se propone, de llegar a la presidencia, continuar con la transformación que propala el gobierno federal, pero “con su propio sello”.
En Jalisco, no hay que dejarlo de lado porque se trata de la actividad en casa, Adán Augusto López marca con dos gestos su intento por alcanzar la candidatura: un acercamiento con la Universidad de Guadalajara y un encuentro con empresarios y liderazgos locales. Nada extraordinario.
La de Ebrard, esa sí fue la sorpresa.